Page 4 - REVISTA JULIO 2021 APSEE
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Como en todo tiempo cuando se corre el riesgo de llegar al punto de no retorno las empresas
       deben comprender en deponer actitudes y de producir cambios de conducta necesarios para que todo
       su personal participe con su trabajo, atendiendo sugerencias y opiniones en las tareas, volviendo a
       darle la oportunidad de realizarse dentro de las mismas con estructuras reales y no tener como hoy  un
       futuro de estancamiento, la falta de motivación, que terminan siempre en estas políticas de violencia
       laboral como la que estamos viviendo y ha sido demostrado, en permanentes situaciones de conflictos
       por temas estructurales y reivindicativos, no reconociendo el orden necesario para el cumplimiento de
       las tareas y responsabilidades que corresponden desarrollar. El resultado logrado no ha sido por cierto
       la eficiencia en la gestión ni en la prestación del servicio, sino por el contrario el lamentable deterioro
       técnico-administrativo, el descrédito ante la opinión pública, el destrato a sus recursos humanos
       generando la falta de pertenencia del personal que tiene un inédito estado de descreimiento
       generalizado. Estas son causas que llevaron al servicio público a ser deficiente, al deterioro de las
       instalaciones de generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica, porque hay una
       incapacidad manifiesta en la administración y valoración de sus recursos humanos.
              El objetivo de la eficiencia y racionalidad de las Empresas del sector requieren una profunda
       transformación de la gestión empresarial a cargo de los mismos que asimilen la responsabilidad del
       servicio, la excelencia y la salvaguarda de los recursos estratégicos, dando respuesta social acorde con
       los requerimientos de una sociedad que no quiere más de dirigismos sin objetivos claros; lo que pide
       son soluciones. Seguramente el usuario correrá riesgos de cortes por no haberse realizado inversiones
       que permitan los trabajos de reparación y mantenimiento, se necesitan planes coherentes, personal
       propio que este motivado para especializarse cada vez más y no como hoy que para ellos el salario, la
       capacitación y la Seguridad son costos y ante eso nos encontramos con un Club de Contratistas que no
       hacen más que desprofesionalizar las funciones, propiciando mano de obra barata en tareas de alto
       nivel de cuidado como es trabajar en temas eléctricos,   y el usuario seguirá siendo deficientemente
       atendido en tanto y en cuanto los altos niveles de decisiones persistan en su actitud indiferente, sin
       asumir que también son responsables por no hacer.
              ¿Preguntamos?... la historia de estos años demostró un estado de crisis que no reconoce
       antecedentes, que tipo de demostración necesitan las autoridades para comprender que el proceso de
       cambio debe ser puesto en marcha urgentemente porque así lo vienen reclamando el estado, el
       usuario, el personal y la comunidad toda y nuestra entidad rechaza absolutamente la mala convivencia
       y la ineficiencia haciendo lo posible para destacarla y eliminarla. Es necesario repetir, que a pesar de las
       agresiones que sufre el personal, las Empresas siguen funcionando aún con defectos merced al
       esfuerzo de sus trabajadoras y trabajadores sin exclusiones de ninguna índole, ellos superaron una y
       otra vez situaciones de verdadera emergencia, demostrando que pese a los reiterados intentos de
       quebrar el espíritu de servicio y vocación que los anima constantemente, no lo han logrado.
              Con la autoridad que nos da nuestra trayectoria pretendemos Empresas modernas y eficientes,
       con la participación de los trabajadores y trabajadoras al servicio del usuario y del país, no debemos
       transformarnos en testigo mudo de la decadencia que estamos viviendo, y nos encontramos ante la
       etapa de la acción, creemos que el mejoramiento de las empresas no se consigue solamente con el
       dictado de buenas normas por los que la dirigen, sino debe ser consecuencia del esfuerzo de quienes la
       componen, cuya labor conjunta y concertada será en definitiva la que marque el rumbo de las mismas.

              Por último y estamos dispuestos a debatir cuál es el rol que debe asumir el  empresario, el
       estado,  las entidades gremiales, las políticas o reglas de juego a aplicar, porque estamos convencidos
       que las soluciones si es que se logran, deberán tener como protagonistas claras políticas en las
       diferentes áreas y direccionamiento homogéneo,   los logros más destacaos serán los que se obtendrán
       en conjunto, estableciendo con claridad los intereses de todos y en especial el de la sociedad.
                                                                                         CARLOS MINUCCI
                                                                                    SECRETARIO GENERAL



                                                                                                                4
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