Page 12 - LA BEND PRIM 1
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10 Dr. William Soto Santiago
“Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame,
hijo mío.
Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus
vestidos, y le bendijo, diciendo:
Mira, el olor de mi hijo,
Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;
Dios, pues, te dé del rocío del cielo,
Y de las grosuras de la tierra,
Y abundancia de trigo y de mosto.
Sírvante pueblos,
Y naciones se inclinen a ti;
Sé señor de tus hermanos,
Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre.
Malditos los que te maldijeren,
Y benditos los que te bendijeren ”.
Ahora, vea usted, en esas palabras que habló Isaac
estaba la bendición para Jacob.
Ahora, todo esto aconteció, y algunas personas dicen:
“Pero, ¿podrá un profeta equivocarse?”. Aquí Dios cerró
los ojos de su profeta, por eso estaba que no veía; y por
esta causa, conforme al Programa de Dios: porque Dios
dijo: “A Jacob amé”, y esto fue desde antes de la
fundación del mundo, pues dice la Escritura que sin aun
haber nacido Jacob y Esaú, ya Dios dijo: “A Jacob amé, y
a Esaú aborrecí” [Romanos 9:13] .
Ahora podemos ver claramente que la bendición,
conforme al Programa de Dios, pertenecía (¿a quién?) a
Jacob; pero en el vientre de su madre, Esaú trató de robarle
esa bendición, y no lo dejó nacer primero, y él nació