Page 135 - mago de oz
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a la Maligna Bruja de Occidente... y eso jamás
podría hacerlo.
Sus amigos se mostraron muy contritos, mas
nada podían hacer por ella, de modo que
Dorothy se fue a su cuarto y, tendiéndose en la
cama, lloró hasta quedarse dormida.
La mañana siguiente, el soldado de la barba
verde fue a buscar al Espantapájaros y le dijo:
—Ven conmigo; Oz te manda llamar.
El hombre de paja lo siguió hasta el Salón del
Trono, donde vio a una hermosa dama sentada
en el sillón de esmeraldas. La dama lucía un
vestido de gasa verdosa y tenía una corona sobre
sus verdes cabellos. De su espalda nacían dos
alas de hermosos colores y tan delgadas que
parecían vibrar con cada movimiento del aire
ambiente.
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