Page 66 - Frankenstein
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Capítulo 3


     A partir de este día, la filosofía natural y en
   especial la química, en el más amplio sentido de
   la palabra, se convirtieron en casi mi única ocu-
   pación. Leí con gran interés las obras que, lle-
   nas de sabiduría y erudición, habían escrito los
   investigadores modernos sobre esas materias.
   Asistí a las conferencias y cultivé la amistad de
   los hombres de ciencia de la universidad; inclu-
   so encontré en el señor Krempe una buena do-
   sis de sentido común y sólida cultura, no menos
   valiosos por el hecho de ir parejos a unos moda-
   les y aspecto repulsivo. En el señor Waldman
   hallé un verdadero amigo. Jamás el dogmatis-
   mo empañó su bondad, e impartía su enseñan-
   za con tal aire de franqueza y amabilidad, que
   excluía toda idea de pedantería. Quizá fuese el
   carácter amable de aquel hombre, más que un
   interés intrínseco por esta ciencia, lo que me
   inclinaba hacia la rama de la filosofía natural a
   la cual se dedicaba. Pero este estado de ánimo
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