Page 41 - Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes
P. 41
CATALINA LA GRANDE
EMPERATRIZ
Había una vez una reina que sentía desprecio por su esposo.
Se llamaba Catalina y su esposo, Pedro, era emperador de Rusia. Los rusos
consideraban que el emperador era malvado y arrogante.
Catalina sabía que ella sería mejor gobernante de su patria. Lo único que
necesitaba era encontrar la manera de reemplazar a su marido.
Seis meses después de haber sido nombrado emperador, Pedro se tomó unas
vacaciones y se fue sin Catalina. Ella vio ahí su oportunidad. Dio un discurso
inspirador a los soldados reales y los convenció de ponerse de su lado. Dejaron de ser
leales a Pedro para ser leales a Catalina, y un sacerdote la declaró la nueva
gobernante de Rusia. Al poco tiempo se mandó hacer una magnífica corona que
estuviera a su altura.
Una de las primeras cosas que hizo como emperadora fue mandar arrestar y
encarcelar a su esposo.
Los alfareros de la magnífica corona de Catalina tardaron dos meses en
terminarla. Estaba hecha de oro y plata, y tenía 4936 diamantes, setenta y cinco perlas
y un enorme rubí hasta arriba.
Durante su reinado, Catalina extendió el Imperio ruso al ganar varias guerras y
sofocar revueltas.
Mucha gente la envidiaba por ser una mujer tan poderosa. Decían cosas horribles
de ella a sus espaldas mientras estaba viva, y cuando murió empezaron a decir que
debió haberse caído por el excusado. De hecho, Catalina murió en su cama y fue
enterrada en una suntuosa tumba de oro en la catedral de San Pedro y San Pablo en
San Petersburgo.
2 DE MAYO DE 1729 – 17 DE NOVIEMBRE DE 1796
RUSIA
www.lectulandia.com - Página 41