Page 71 - Frankenstein
P. 71

cia, el destinado a descubrir tan extraordinario
   secreto.
     Recuerde que no narro las fantasías de un
   iluminado; lo que digo es tan cierto como que el
   sol brilla en el cielo. Quizá algún milagro hubie-
   ra podido producir esto, mas las etapas de mi
   investigación eran claras y verosímiles. Tras
   noches y días de increíble labor y fatiga, conse-
   guí descubrir el origen de la generación y la
   vida; es más, yo mismo estaba capacitado para
   infundir vida en la materia inerte.
     La estupefacción que en un principio experi-
   menté ante el descubrimiento pronto dio paso
   al entusiasmo y al arrebato. El alcanzar de re-
   pente la cima de mis aspiraciones, tras tanto
   tiempo de arduo trabajo, era la recompensa más
   satisfactoria. Pero el descubrimiento era tan
   inmenso y sobrecogedor, que olvidé todos los
   pasos que progresivamente me habían ido lle-
   vando a él, para ver sólo el resultado final. Lo
   que desde la creación del mundo había sido
   motivo de afanes y desvelos por parte de los
   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75   76