Page 16 - Coleccion d elibros de lectura
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La casa estaba llena de roperos con espejos; tenía
más escaleras de lo que parecía necesario y un sótano
enorme. También muchos rincones, tinas de baño con
patas de animal, selva de plantas en los corredores y un
loro malhumorado, el cual gustaba de recitar poesía, pero
no lo hacía muy bien y se le revolvían los poemas.
Vivían allí, además, tres gatos amistosos: Pitirifas,
Fadrique y Numa. Aceptaban a veces jugar con Adrián y
dormían con él por turnos, pues en la noche tenían muchas
obligaciones.
Y sucedió así, y aquí viene ya lo más importante y digno
de contar: que los gatos jugaban al escondite con Adrián.
Y bajaron corriendo al sótano, y se escondieron dentro…
¡De pronto Adrián se fue de boca!... El sótano estaba lleno
de cosas curiosísimas: retratos y cuadros, un espejo muy
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