Page 44 - Huasipungo - Jorge Icaza
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·de  las  cumbres  abrirían  estorbos  y  diques,  45
              soltando  las  aguas  que,  al  precipitarse  en  el
              valle,  arrasarían  con  los  animales  y  los  hua-
              sipungos ·de  las  orillas.
                El  indio,  al  contemplar  la  marcha  de  los  com-
              pañeros,  sintió  vagamente  el  empujón  de  la  cos-
              tumbre  que  le  llevaba  al  trabajo,  co.mo  si  tras  él
              fuera  el:  mayordomo  ahijándole  con  el  acial.
                Llegó  tarde  al  monte,  el  capataz  después  de· co-
              brarse  la  tardanza  propinándole  con  una  tunda  de
              patadas,  le  amonestó:
                -Pero  rosca  bruto,  cómo  has  d'ir  pes  a  dormir
              en  la  porquería  de  la  choza  en  lugar  de  quedarte
              aquí,  más  abrigado,  más  racional.  Si  a  estos  nu'ay
              cómo civilizarles.  Aura tenís  que  esperar hasta que
              acabe  '}e  curar  a  estos  roscas  que  les  ha  sacudido
              los  fríos  para  que  vayáis  con  ellos  al  desmonte  de
              los arrayanes,
                A  medio  día,  una  vez  repuestos  los  palúdicl'ls,  el
              Andrés  fue  con  ellos,  pensando  en  la  forma  de
              huir  al  huasipungo  "india  bruta  cómo  se'a d'ir  de-
              jando  todo  abandonado:  las  gashinitas,  el  maicito,
              las  papas ...  Sólo  el  perro  no  parece".
                -Aura qué  c.omeremos- murmura  en voz  alta.  ,
                -Nu tendrás  pes  cucayo- contesta  uno  de  los
              indios que  sufrió  la  curación  del  tuerto  Rodríguez.
                El  Andrés,  esquivando  toda  contestación,  se  me-

              !{   TI   A   S           u   N    G   o






                     Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
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