Page 20 - Un poeta con dos ruedas : cuento para los 11 años de edad y sus alrededores
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apareció su papá en la alcoba con aquel burrito
que acababa de comprar al leñador.
Luchi se llenó de alegría; Lupito puso al ani-
mal un cajón para que comiera al lado del lecho
de la niña, y sólo al anochecer se lo llevaban al co-
bertizo del patio donde dormían los bueyes. Y como
el colegial tenía aquel carácter tan alegre, él fue
quein puso nombre al pequeño jumento:
-—Desde hoy le llamaremos... le llamare-
mos. . . ¡"Cornetín"!
—¡Eso, eso! —exclamó Luchi—. ¡"Cornetín"!
Musical como ios bueyes y como la bicicleta. . .
¡Qué simpático sonido el de las patitas de "Cor-
netín", todas las mañanas, cuando él sólito se diri-
gía al cuarto de Luchi por el corredor! Allí comía,
y a veces se tumbaba y se quedaba medio dormido
en la alfombra, junto a la cama.
Por fin la niña se puso completamente bien, pero
como todos habían tomado cariño a "Cornetín", le
dejaban entrar a la hora de comer; y siempre había
algo para él: pan o tortillas de maíz, que le entu-
siasmaban.
Era el consentido de la casa; por eso cuando la
niña regresaba del colegio, jugaba con él en el patio
poniendo los bolos en el suelo, para que el picaro
juguetón las empujase con el hocico. Y estaba tan
mimado que, cuando salía de paseo con los niños,
que nunca montaban en él, no le gustaba beber en
el arroyo, como no tuviese mucha sed; prefirió
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