Page 14 - MONTT LATINAMERICAN MAGAZINE, NOVIEMBRE 2018 (Español)
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Michelle Bachelet se aprobó una Reforma Tributaria que fue objeto de una encendida discusión por parte de los legisladores. Tan conflictivo era el cuerpo legal que incluso el proyecto que dio inicio al primer trámite constitucional en la Cámara de Diputados tuvo más de 300 indicaciones.
Con el tiempo se llegó a la conclusión casi transversal de que los cambios introducidos no sólo eran excesivamente complejos de aplicar, sino que dañaba la estructura productiva del país. El ahorro nacional cayó en más de dos puntos del PIB desde que se anunciaron los cambios tributarios y, según estimaciones del Banco Central, en el 2016 este, se ubicó por primera vez por debajo del 20 por ciento del PIB, situación que no ocurría desde 1987. A lo anterior se sumaron tres años de bajas consecutivas de la inversión.
Una de las prioridades del recientemente elegido Presidente Sebastián Piñera fue la presentación de lo que denominó una modernización tributaria, en la práctica, la cuarta reforma en seis años. Lo más relevante de la misma es que simplifica la iniciativa anterior y organiza un nuevo sistema, denominado Sistema Integrado Total, que contempla el fin del régimen actual semiintegrado. Se espera que el Congreso comience a debatirla en marzo de 2019.
Respecto de Ecuador, según cifras de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la carga tributaria de ese país fue de casi el 20 por ciento en el 2010, la cuarta más alta de la región tras Argentina, Brasil y Uruguay.
En los últimos 33 años se implementó en ese país un total de 51 reformas tributarias, 10 de ellas en los últimos cinco años, durante
la administración de Rafael Correa. A partir de 1979 hasta el 2000, las finanzas publicas dependían de la política cambiaria, pero con la dolarización comenzó el ajuste tributario, lo cual dio como resultado un incremento de la recaudación en 143 por ciento. Recientemente, La Asamblea Nacional aprobó la Ley de Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo y Estabilidad y Equilibrio Fiscal, para recaudar más impuestos. Literalmente, como en el caso de Bolivia, un perdonazo que abarca desde infracciones de tránsito y multas por uso indebido de fuentes de agua hasta pagos de becas estudiantiles.
México, Complejo y Sin Reformas
México, por su parte, al igual que en el caso de Brasil y Chile, según los expertos, posee un sistema tributario que se ubica entre los 10 más complejos en el mundo, de acuerdo con el estudio The Financial Complexity. Pero no sólo eso, los analistas opinan que desde siempre el país careció, hasta el día de hoy, de una reforma tributaria integral que facilite el desarrollo económico y social gracias a los tributos. Durante años fue un típico país productor de petróleo, con egresos excesivos, escasa recaudación, corrupción y deudas a granel.
En el gobierno Enrique Peña Nieto se aumentaron los impuestos, gracias a un importante trabajo de recaudación que permitió un incremento del 18 por ciento, pero el gasto subió al 20 por ciento, de modo que el actual Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador recibirá al país con muchos gastos y deudas. Todos esperan una reforma que la nueva autoridad realizará
pero más adelante.
Paraguay y Perú
Paraguay, por otra parte, es uno de los países con la menor presión tributaria en América Latina. Los analistas sostienen que esto no es bueno, porque significa la falta de presencia del Estado en área sociales donde debería participar. Sin mayor recaudación no habrá mejora de equidad social, se establece.
El nuevo Presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, aseguró que en el país se debe promover una “Reforma Tributaria Integral” que cuente con el apoyo del sector privado. Perú es el único país de la Alianza del Pacífico que no efectuó Reformas Tributarias estructurales entre 2010 y 2016. Su sistema se basa en dos tributos, uno que es el Impuesto General a las Ventas (IGV) que recolecta alrededor del 55 por ciento de los recursos y el otro es el Impuesto a la Renta que proporciona al Estado el 30 por ciento de la recaudación y otros tributos que comprende el 15 por ciento
El esquema de ese país está fuertemente afectado por la informalidad de la economía que representa un 55 por ciento, de ahí que sólo el 45 por ciento de la población genera ingresos fiscales.
A eso se agrega la evasión, que creció en los últimos años. Para el caso del IGV aumentó en el 36 por ciento es decir un 3.5 por ciento del PBI. En el caso del Impuesto a la Renta llegó al 57 por ciento, es decir el 5.4 por ciento del PBI. Se esperan medidas nuevas para subir la recaudación. En Uruguay, a partir del 1o de julio de 2007 rige en un Nuevo Sistema Tributario, que aumentó de manera considerable en la recaudación en un 34 por ciento en términos reales.
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