Page 2 - Cuento Corto - La sombra
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apuraron  los  pasos,  el  miedo  les  hizo  temblar  el  cuerpo,  y  les  invadió  esa

                  sensación típica de horror, como si alguien fuera a agarrarte por detrás, rozarte o
                  silbarte.  Llegaron  a  la  esquina que  los enfrentaba con  otro  pabellón  de tumbas,

                  apenas  se  distinguían  flores  estropeadas,  cebos  de  velas,  y  las  placas  de  los
                  nichos que parecían brillar. Giraron a la izquierda como si el objetivo fuera hacer

                  dos tramos más y volver a la pared de atrás, saltar y salir, pero aún faltaba. La
                  luna iluminaba ahora, complicidad entre lo oscuro y la luz para ver vaya a saber

                  qué cosa. El caso es que iban pegadas las tres almas cuando en un nicho de esos

                  que son altos, que acostumbran los más pudientes, vieron meterse una sobra y allí
                                                              quedaron  paralizados,  ninguno  podía

                                                              soltar  palabra,  luego  la  sombra  otra  vez
                                                              saliendo  del  nicho  y  perdiéndose  por  un

                                                              costado. Salieron corriendo los intrépidos,
                                                              pero la sombra parecía seguirlos  y en el

                                                              trayecto se atravesaba de un lado al otro,

                                                              como quien flamea un trapo parecía volar
                                                              la  espeluznante  figura,  el  caso  es  que

                  corrieron enmudecidos hasta que por fin llegaron a la pared del fondo por donde

                  habían ingresado, saltaron ayudándose entre ellos, y cuando estuvieron del otro
                  lado  siguieron  corriendo  hasta  la  avenida  ya  iluminada,  en  ningún  momento  se

                  atrevieron a mirar hacia atrás.

                  Según  se  supo,  los  jóvenes  no  volvieron  a  hablar  por  más  de  una  semana  y  a

                  nadie quisieron contar la historia, a veces la sombra los visita en los sueños y los

                  despierta agitados, pero esto es solo un relato urbano para asustar dicen algunos.




                  FIN
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