Page 5 - La Quinta_Abril-Mayo2020
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¡Aleluya! ¡Jesús ha Resucitado!
Caminamos hacia la
Pascua, estamos teniendo
experiencias de separación,
de dolor, de pérdidas, pero Él
nos acompaña. Él está
sufriendo a nuestro lado,
esperando a nuestro lado. Él
sabe lo que sentimos porque
también Él lo experimentó.
Estas situaciones de dolor
nos moldean.
Jesús siempre abre la puerta a la esperanza. En estos días
duros me acuerdo de la meditación de la Encarnación: “unos
naciendo, otros muriendo, unos riendo, otros llorando…” todas las
experiencias son lugar de encuentro. En el camino, sale Jesús a
nuestro encuentro, como salió a los dos de Emaús. Nos acompaña
en nuestro caminar, aunque no le oigamos, Él permanece.
Él también nos tiene que ayudar a entender, las situaciones.
Tenemos que partir con Él el pan para que nuestros ojos se nos
abran, y dejemos de estar ciegos. Le tenemos que descubrir en el
camino para que “arda nuestro corazón” y seamos portadores de
esperanza. Tenemos que celebrar la Pascua, ¡Vive Cristo,
esperanza nuestra ¡. Él está con nosotros y nunca nos deja. Por
más que nos alejemos, allí está el Resucitado, llamándonos y
esperándonos para volver a empezar. Cuando nos sintamos
avejentados por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o
los fracasos, Él estará allí para devolvernos la fuerza y la
esperanza» (Christus vivit, 1-2)

