Page 266 - anuario-1
P. 266
Con estas palabras cargadas de cierta nostalgia finalizo una de las etapas más
importantes de mi vida y le doy comienzo a una nueva, porque el verdadero viaje
apenas comienza.
Recuerdo cuando era pequeño y veía a los estudiantes de Once con la ilusión de
poder estar un día en su lugar, sin pensar que ocurriría tan rápido. Desde Prejardín, el
colegio me vio crecer, me brindó una gran cantidad de experiencias inolvidables y
buenos momentos cargados de emociones que me marcaron y me ayudaron a
convertirme poco a poco en la persona que soy hoy.
El recorrido fue largo: 14 años llenos de altibajos y desafíos que hoy se concluyen
con éxito y una gran sonrisa de satisfacción. Este último año, en particular, que no fue
como el de las demás promociones, me dejó enseñanzas significativas como la
importancia de aprovechar el tiempo y el valor que tiene cada momento que uno
pasa con las personas que ama. Me siento muy agradecido con la vida por haber
puesto las mejores personas en mi camino: a mis papás, que son mi soporte vital y mi
mayor fuente de apoyo en todo lo que me he propuesto; a mis maestros, que me
brindaron una excelente educación, y a mis amigos, que han sido incondicionales y
han estado en los buenos y malos momentos.
Del colegio me llevo buenos y malos recuerdos; tanto risas y diversión como llanto y
frustración, que finalmente se convierten en aprendizajes para la vida. Termina mi
tiempo en este segundo hogar, pero me despido de él con la cabeza en alto y con un
profundo orgullo de poder llamarme ignaciano.