Page 7 - Mi Brújula Viajera. Libro 3
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Las aves pudieron lograrlo favorecidas por su capacidad de volar, más la ayuda de los vientos; los
reptiles, “a bordo” de balsas de vegetación, tras dos semanas de viaje pudieron hacerlo gracias a su
resistencia a la falta de agua dulce.
Los anfibios, como sapos y ranas, resisten muy poco sin agua dulce y sombra, por lo cual no sobrevivían
la travesía, prueba de ello es la falta de ejemplares.
Los ancestros de lobos marinos y pingüinos, así como la mayoría de la vida marina, ayudados por las
corrientes, no tuvieron dificultades serias.
Las iguanas y tortugas lo hicieron en masas flotantes de vegetación o grandes troncos.
Semillas e insectos pegados a las plumas y pelaje de otros animales más grandes, también lo lograron.
Pero una vez arribados, las dificultades a enfrentar eran muchas; si bien no había predadores y
competidores naturales, debieron encontrar un nuevo hábitat para vivir, encontrar pareja y criar a su
descendencia…
Sólo aquellos más resistentes lograron adaptarse, enfrentando un nuevo y fantástico proceso de
selección natural.
Todo cierra; por algo fue que, en este remoto lugar del planeta, una mente brillante como la del
naturalista inglés Charles Darwin después de haber surcado mares y océanos a bordo del “Beagle”,
lograra elaborar los fundamentos de su Teoría de la Evolución de las Especies por la Selección Natural.
Viaje efectuado por Darwin,
a bordo del “Beagle” entre
1831 y 1836