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Gobiernos latinoamericanos subsidian

la contaminación

En un contexto de emergencia climática e inequidad social, resulta éticamente inaceptable subsidiar los combustibles fósiles y
meter más dinero al bolsillo de unos pocos

POR ALEJANDRA LÓPEZ CARBAJAL DANIEL COOPER BÉRMUDEZ

ualquier persona que haya atravesado la Ciudad
de México, Bogotá, Santiago, Lima, o para el caso,
casi cualquier ciudad de América Latina, habrá
Cvisto las enormes desigualdades que existen entre
los barrios ricos y los barrios pobres.
Estas diferencias van desde el tamaño y el lujo de las
casas, el acceso a servicios básicos, la existencia de espacios
verdes y de esparcimiento y la manera de transportarse
hasta la seguridad en los alrededores.
Hoy queremos hablarles de una forma de desigualdad
mucho menos evidente y un tanto oscura: los Gobiernos
subsidian la inequidad y la contaminación del planeta.
En América Latina, entre 2020 y 2022, los subsidios a los
combustibles fósiles —bien sabidos principales causantes
del cambio— aumentaron de 35.000 a 57.000 millones de
dólares.
Es decir, nuestros Gobiernos están gastando grandes
montos de fondos públicos para financiar el consumo o la
producción de combustibles fósiles como la gasolina o el
diésel.
Estos beneficios no están distribuidos equitativamente
en la población.
Los sectores con mayor poder adquisitivo son los que más
consumen energía y, por ende, los que más se benefician de
las ayudas al consumo de estos. Son los hogares que tienen
carro (¡muchas veces más de uno!) quienes más gasolina
necesitan y aquellos que más consumen productos, quienes
más se benefician indirectamente de los subsidios al diésel
para el transporte.
Por lo tanto, estos son socialmente regresivos, con
mayores beneficios para quienes tengan mayor poder
adquisitivo.
Esto en números se ve así: en México, el país que más
subsidia los combustibles fósiles en la región latinoameri-
cana, la mitad más pobre de las familias recibe sólo el 20%
de los beneficios de los subsidios a la gasolina, mientras que Barcos de pesca privados navegan cerca una plataforma de perforación petrolífera en el Golfo de México.UCG (GETTY
la mitad más rica recibe el restante 80%. IMAGES)
En Sudamérica y Centroamérica, más del 43% de los
beneficios de los subsidios a los combustibles fósiles fueron
al 20% de la población con más ingresos y solo el 6% fue a los de 2017 o las protestas contra el tarifazo en Argentina de en paralelo programas de protección social y compensación
sectores más pobres de la región. 2016, por mencionar algunos. para los hogares más vulnerables y los trabajadores y las
En teoría, los subsidios se implementan con el objetivo Es claro que la eliminación de los subsidios no es una polí- empresas que se podrían ver afectadas negativamente por
de apoyar a poblaciones marginalizadas, por ejemplo, para tica viable por sí sola. los cambios.
reducir la pobreza o como un mecanismo para promover el Aún si los sectores más ricos de la población son quienes En Venezuela, se estima que, en 2022, el Gobierno gastó
desarrollo económico, haciendo más accesible la energía más valor monetario adquieren de los subsidios generaliza- cerca de 8.000 millones de dólares en subsidios para el
para la movilización, el trabajo y los hogares. dos a los combustibles fósiles, estos tienden a representar consumo de productos derivados del petróleo.
Sin embargo, cuando se subsidia el consumo de manera un apoyo significativo para los hogares con menores ingre- Esto podría equivaler a 34 dólares mensuales por persona
generalizada, el resultado es una distribución desigual e sos y las clases medias latinoamericanas. si se distribuyen directamente a los 19,6 millones de perso-
ineficiente de los beneficios. El punto al que queremos llegar es que los Gobiernos nas en pobreza extrema en el país, cubriendo el 30% de la
Seamos claros: los subsidios a los combustibles fósiles son busquen maneras más eficientes de lograr sus objetivos de canasta básica de un hogar de cinco personas.
una política gubernamental que acelera el cambio climático, desarrollo social y económico, tomando en cuenta también En un contexto de emergencia climática e inequidad
distribuye fondos públicos de manera desigual, desincenti- las externalidades de los problemas ambientales derivados social, resulta éticamente inaceptable subsidiar la conta-
va la búsqueda de alternativas económicas más eficientes del uso de estos combustibles. minación y subsidiar innecesariamente a los sectores más
a los combustibles fósiles, y genera efectos nocivos para la Esto puede promoverse con reformas a los esquemas de ricos.
salud. ¿Qué hacer entonces? Hemos visto varios intentos de subsidios que tomen en consideración los acuerdos sociales Es más bien momento de repensar nuestro contrato social
eliminar o reducir los subsidios a los combustibles fósiles, y políticos de protección social e institucionalidad económi- hacia una distribución justa de los recursos públicos.
la electricidad o el transporte público que han causado un ca que la población siente que está atada a un sentido de Una reforma bien ejecutada puede ser una oportunidad
fuerte rechazo por la población con consecuencias negativas justicia. para afianzar la confianza entre el Estado y la población, si
para los procesos sociales y políticos en nuestra región. Es decir, los Gobiernos latinoamericanos (y del mundo), los gobiernos de la región pueden demostrar que la transi-
El caracazo en Venezuela de 1998, el estallido social tienen hoy una inmensa oportunidad de reinvertir cantida- ción energética no sólo puede ser justa, sino que además
chileno en 2019, los disturbios por el gasolinazo en México des significativas de fondos públicos creando o fortaleciendo ofrece muchos beneficios. (El País, España)