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                                                               Los límites del poder





                                                               simbólico del Nobel





                                                               El Nobel a María Corina Machado: Legitimidad moral, narrativa
                             IDIOMA                            política con amenaza militar en puerta
           Impasse, alternativas


         Callejón sin salida, punto muer-  recomienda emplear la expre-
         to o conflicto, según el contexto,   sión española. El cruce impasse                   n tuiter, la cuenta @ProfesorNangara me apunta que
         son algunas alternativas válidas   de espera, que se ve a veces en                     el Premio Nobel de la Paz no garantiza poder político,
         al galicismo impasse, que tam-  frases como «En este impasse de                        citando el caso de Aung San Suu Kyi. Ciertamente. Agre-
         bién puede adaptarse como im-  espera político…» debido al cru-
         pase o impás.            ce de ambas construcciones, no                        Egaría también el de Rigoberta Menchú, ambas símbolos
         En los medios de comunicación   es adecuado.                                    universales  de  resistencia  cuya  influencia  terminó  chocando
         es posible encontrar frases como   Además, el Diccionario panhis-  Carlos Malamud  contras los límites del poder real. El reconocimiento internacio-
         «Brasil está en un impasse en dos   pánico de dudas señala que, en              nal les dio visibilidad, no poder decisorio. Les ofreció una tribuna
         negociaciones clave para su futu-  algunos países, como Chile o Ve-             desde donde amplificar una voz que Occidente avala como moral.
         ro», «Retira a su embajador en Is-  nezuela, también se emplea el                 Esos  límites  podemos  encontrarlos  también  en  otros  casos,
         rael tras impasse diplomático» o   galicismo como  ‘desacuerdo o                como en el de Shirin Ebadi en Irán, que terminó exiliada, o Liu
         «Paraguay y Brasil en un impasse   conflicto provocado por la exis-             Xiaobo, a quien el Nobel no pudo ni salvarle la vida.
         en la negociación de Itaipú».  tencia de diferencias entre las                    Alguien  pudiera  contraargumentar  mencionando  a  Lech
         En español, la voz francesa im-  partes, que puede conducir a un                Walesa, o a Maria Resa, a quien hice referencia en un post ante-
         passe (escrita en cursiva, como   bloqueo  en  el  desarrollo  de  un
         extranjerismo no adaptado) se   asunto’. Cuando se utiliza con ese              rior. El premio mantuvo a Walesa a salvo durante años y sostuvo
         emplea con los sentidos de ‘calle-  significado, puede sustituirse por          la  legitimidad  del  movimiento  Solidaridad  hasta  el  derrumbe
         jón sin salida’ y ‘compás de espe-  términos como conflicto, des-               del bloque soviético. El Nobel, en ese caso, funcionó como escudo
         ra’. No obstante, tal como señala   acuerdo o problema.                         simbólico hasta que la historia giró.
         el  Diccionario  panhispánico  de   Otra opción válida es adaptar el              Por eso, concluía que el Nobel tiene, en especial en nuestro
         dudas, con el primer sentido pue-  galicismo al español con las for-            caso, la capacidad de reenfocar la narrativa al otorgar legitimi-
         de sustituirse por alternativas co-  mas impase (pronunciada /im-               dad moral. Cambia el marco desde el que se interpreta el conflic-
         mo punto muerto o la misma ex-  páse/), que ya aparece en el Dic-               to. No cambia las fuerzas en el terreno, pero sí la percepción de
         presión callejón sin salida.  cionario de americanismos, o im-                  quién encarna la causa justa. Y esa percepción, en política, puede
         Por otro lado, el uso de impasse   pás, con pronunciación aguda. A              convertirse en una herramienta de poder.
         con el sentido de ‘compás de es-  diferencia del extranjerismo, am-
         pera’ tampoco es necesario y se   bas voces se escriben en redonda.               Pero en el caso venezolano hay una diferencia que altera la
                                                                                         ecuación: el timing. Cuando Aung San Suu Kyi fue premiada,
                                                                                         Myanmar seguía aislada del mundo, sin sanciones coordinadas
                   DATA DE LA HISTORIA                                                   ni presión internacional. Menos con una flota amenazándola. Su
                                                                                         reconocimiento tuvo un valor ético, pero ningún correlato estra-
             Inicio de la construcción de la                                             tégico.
                                                                                           María Corina Machado, en cambio, recibe el Nobel en medio de
                         Casa Blanca                                                     una coyuntura de alta tensión. Washington prepara una escalada
                                                                                         de presión contra un régimen señalado como amenaza hemisféri-
         La Casa Blanca, ubicada en el nú-  plantas  y  dieciocho  acres—,  sino
         mero 1600 de la Avenida Pennsyl-  también por su papel en la historia           ca, y el premio llega justo cuando ese tablero está en movimiento.
         vania NW en Washington, D.C., es la   estadounidense como símbolo de              Esa coincidencia amplifica su impacto. El Nobel consolida el
         residencia oficial del Presidente de   la presidencia y el gobierno.            aislamiento internacional del madurismo, que ayer mismo quedó
         los Estados Unidos y es Monumen-  A lo largo de su historia, la Casa            en evidencia durante la sesión del Consejo de Seguridad de la
         to Histórico Nacional. Su construc-  Blanca ha sido objeto de nume-             ONU  convocada  torpemente  por  el  propio  régimen.  En  lugar
         ción comenzó en 1792 bajo la direc-  rosas renovaciones y restauracio-          de quebrar el consenso, lo reforzó. La sesión, al coincidir con el
         ción del arquitecto James Hoban y   nes, incluyendo una reconstruc-             anuncio del premio, terminó amplificando la figura de Machado
         continuó hasta 1800. Inicialmente   ción significativa tras ser incen-          y la causa democrática que representa. El madurismo se dio otro
         conocida como la "Mansión Ejecu-  diada por las tropas británicas en            tiro en el pie.
         tiva", el edificio pasó a conocerse   1814 durante la Guerra de 1812. Es-         El contexto convierte el gesto en un acto con consecuencias
         comúnmente como la Casa Blan-  ta emblemática estructura tam-                   reales:  legitima narrativas,  respalda decisiones y condiciona
         ca, nombre formalizado por decre-  bién ha reflejado los cambios en
         to ejecutivo en 1901. La Casa Blan-  las normas sociales y el estilo de vi-     aliados. No la consagra como líder del futuro gobierno, pero la
         ca es notable no solo por su impor-  da presidencial, evolucionando de          instala como interlocutora inevitable.
         tancia arquitectónica —con 132   una simple residencia a un símbolo               El paralelismo con Menchú y Suu Kyi sirve para recordar los
         habitaciones distribuidas en tres   prominente de la democracia.                límites del poder simbólico. Sin embargo, el entorno actual —una
                                                                                         crisis con componentes militares, diplomáticos y económicos—
                                                                                         puede convertir esa legitimidad moral en un activo político con
                                                                                         peso propio. Quizás, quién sabe, como esto es póker, pueda termi-
                                                                                         nar mas bien Machado como Abiy Ahmed, quien dos años después
                                                                                         de recibir el Nobel terminó liderando la cruenta guerra civil en el
                                                                                         Tigray.
                                                                                           El premio a Machado no parece un gesto humanitario ni un acto
                                                                                         de idealismo nórdico. Suena mas bien a jugada calculada dentro
                                                                                         del tablero geopolítico. Un movimiento que busca modificar la
                                                                                         correlación diplomática, impactar una negociación en marcha y,
                                                                                         sobre todo, dejar claro quién tiene hoy la legitimidad moral para
                                                                                         hablar en nombre de Venezuela.
                                                                                           Publicado en: Bienvenido a Póker, No ajedrez, en Substack
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