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La antipatía por
Estados Unidos
IDIOMA
Hall, alternativas Extraña postura de demócratas latinoamericanos
resulta de entremezclar antipatía por Estados Unidos
El extranjerismo hall, que designa el espacio al que se ac- con simpatía por sus adversarios
cede al entrar en un edificio, tiene alternativas como vestí-
bulo, entrada o recibidor, según el contexto.
No obstante, es habitual encontrar el sustantivo inglés en
los medios de comunicación: «La japonesa Rokakku pin- ntiendo la lógica de quienes van detectando, día tras día, las señales
tará un cuadro en el hall del Museo Thyssen durante su infalibles del declive de Estados Unidos. Detectan debilidades econó-
muestra», «Amenaza de bomba en el hall de la estación» micas (ante el creciente poderío manufacturero chino), morales (la
o «El hall de la casa tiene un papel esencial dentro del ho- Edroga, los sin casa, la violencia), militares (la incapacidad de enviar
gar». tropas a combatir), ideológicas (entre el Islam, el Sur Global y la introspección,
Aunque este término inglés está muy extendido, el Diccio- se desvanece la “civilización norteamericana”), políticas (el surgimiento de
nario panhispánico de dudas indica que existen equivalen-
tes en español por los que puede sustituirse, como vestí- extremismos, los ataques a las instituciones, el autoritarismo en pleno auge), y
bulo o entrada, así como recibidor, que se usa más concre- finalmente geopolíticas (el fin del imperio, del dólar, de la hegemonía, el adve-
tamente cuando se trata de una vivienda. Jorge Castañeda nimiento de un mundo multipolar). Esto creen los más firmes partidarios de
De esta forma, los ejemplos iniciales podrían haberse es- “los pueblos”, quienes piensan que “otro mundo es posible”, y que en vista del
crito, por ejemplo, de esta manera: «La japonesa Rokakku mal que Estados Unidos le ha ocasionado a buena parte de la humanidad, la
pintará un cuadro en el vestíbulo del Museo Thyssen du- tendencia debilitadora es bienvenida.
rante su muestra», «Amenaza de bomba en el vestíbulo Entiendo también la lógica de quienes desean que dicha tendencia se confir-
de la estación» y «El recibidor de la casa tiene un papel me y se fortalezca. Desde la anexión de Texas y el despojo de más de la mitad
esencial dentro del hogar». del territorio mexicano, la imposición de un régimen semicolonial a Panamá,
Se recuerda que, si se opta por mantener el anglicismo, lo
apropiado es escribirlo en cursiva (o entre comillas, si no Cuba, Puerto Rico y Filipinas a finales del siglo XIX y principios del XX, hasta
es posible utilizar ese tipo de letra). la Guerra de Vietnam, la de Irak, la de Afganistán, y el apoyo irrestricto a los
crímenes de guerra de Israel en Gaza (sin mencionar múltiples otros ejemplos),
el daño infligido por Estados Unidos al mundo entero justifica plenamente el
DATA DE LA HISTORIA deseo citado. Muchos de los simpatizantes con estas ideas dirán, como los racis-
La única derrota de las tropas del tas estadounidenses (o de cualquier otro país): “Yo no soy antiamericano; lo que
es más, algunos de mis mejores amigos provienen de ese país.”
Se confunde deseo y análisis; se entremezcla antipatía por Estados Unidos
conquistador español Hernán Cortés con simpatía por sus adversarios. De allí la extraña postura de demócratas lati-
noamericanos, por ejemplo, que jamás aceptarían vivir bajo condiciones como
La derrota de Hernán Cortés y sus tropas a manos del ejército mexi-
ca en México-Tenochtitlan ocurrió la noche del 30 de junio al 1 de ju- las que imperan en China, en Cuba, en Irán, entre otras sociedades, pero que en
lio de 1520, durante la llamada "Noche Triste" o "Noche Victoriosa". el fondo de su corazoncito “le van” a estos países. El enemigo de mi enemigo es
Esta fue la única derrota importante que sufrieron los españoles du- mi amigo. Esto es más frecuente en América Latina que en otras latitudes, pero
rante la conquista de México. este pensamiento permea buena parte del llamado Sur Global, a las izquierdas
EL CONTEXTO DE LA DERROTA: europeas (Podemos, La France Insoumise), y al wokismo en general. Detrás
Cortés había llegado a Tenochtitlan en noviembre de 1519 y había si- de tesis como la multipolaridad, la reforma del sistema económico y jurídico
do recibido por el emperador Moctezuma II, quien lo alojó en uno de internacional, la equidistancia entre las dos superpotencias de hoy, figura este
sus palacios. sentimiento.
Poco después, Cortés salió de la ciudad para enfrentarse a Pánfilo El pequeño problema consiste en que más allá de la deseabilidad de sus
de Narváez, enviado por el gobernador de Cuba para aprehenderlo.
Durante su ausencia, Pedro de Alvarado, a cargo de la guarnición es- objetivos —que obviamente no comparto— yace un abismal error de análisis.
pañola en Tenochtitlan, ordenó una matanza en el Templo Mayor, lo Ningún país del mundo es capaz hoy de instrumentar algo ni siquiera remota-
que provocó la ira de los mexicas. mente parecido a la operación Midnight Hammer de bombardeo de las instala-
Al regresar Cortés, encontró la ciudad en estado de revuelta, con los ciones nucleares iraníes. La proyección de poder militar, el costo, la precisión
mexicas sitiando el palacio donde se hospedaban los españoles. quirúrgica, la anuencia (o complicidad) de aliados en materia de sobrevuelos
y reabastecimiento en el aire, pocas bajas del adversario, inteligencia, no los
tiene ni Jinping. Ciertamente, Estados Unidos posee esa capacidad y potencia
sin igual en el mundo porque gastan en eso, y no en un sistema de salud decente
y universal, en una educación de masas digna del nombre, en una infraestruc-
tura decrépita o en combatir la desigualdad. Esa es una opción de sociedad, que
tampoco comparto, pero que resulta innegable.
Veremos si se cumplen las expectativas de Trump. Si los B2 destruyeron
todos los componentes del programa nuclear de Irán; si no habrá represalias
iraníes más adelante; si los amigos de Teherán —Hamas, Hezbollah, Houthis,
Isis— despiertan y contraatacan; si Israel no se vuelve a pasar de lanza; si
Rusia o China entran al quite. Pero por lo pronto la “Guerra de los doce días” ha
demostrado que quienes anhelan el fin del imperio estadounidense deberán ser
muy pacientes.
Si yo fuera China o Rusia, me identificaría con Pepito, cuando quería ser un
pendejo y su papá le preguntó por qué. Respondió: “Quiero ser como ese pendejo
con ese coche, con esa novia, con esa ropa, con esa casa”. Y yo agregaría: con esos
aviones, esos pilotos, esas bombas, esos misiles, esa soberbia.
Artículo publicado originalmente por El Universal.

