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LOS ARTÍCULOS PUBLICADOS EN ESTA SECCIÓN DE OPINION
/ANÁLISIS SON RESPONSABILIDAD ÚNICA DE LOS AUTORES.
El fin del “Homo sovieticus” Orden y ley
Joseph Stalin representó a la vez el desarrollo económico y rente a la historia de salvajismo del
No es un libro de historia sino una técnico y la muerte de millones de ciudadanos por hambre lejano oeste y la violenta apropiación
y/o persecución política. La miseria, el mito y sus huérfanos: de las tierras indígenas por parte de los
obra coral a medio camino entre “Personas incapaces de sustraerse a la historia con mayús- Fblancos, ofrecer “orden y ley” pasó a ser
el periodismo y la literatura, un culas, de despegarse de ella, de ser felices de otra manera. parte del abecé político de Estados Unidos como
Personas incapaces de abrazar el individualismo de hoy, una primera síntesis de las obligaciones estata-
registro de vivencias cuando lo particular ha terminado ocupando el lugar de lo les. La frase se extendió a nivel internacional
universal. Los seres humanos quieren vivir sus vidas, sin y pasó a convertirse en una consigna de polí-
necesidad de hacerlo movidos por un gran ideal. Y eso es ticos conservadores, especialmente en países
algo que no ha conocido nunca Rusia, como tampoco es algo con desarrollo social. Y esto porque el orden y
que aparezca en la literatura rusa”. la ley no bastan para construir una conviven-
Yanina Welp No hay un mensaje ni una moraleja. Es una inmersión cia ciudadana pacífica; hacen falta también las
en la complejidad de un mundo perdido al que no pudo redes de protección social propias de los moder-
reemplazar el vacío. Son voces que reivindican y protestan, nos Estados sociales y democráticos de derecho.
muchas veces al mismo tiempo, llenas de contradicciones En El Salvador, con sistemas deficientes y no
l fin del «Homo sovieticus» de Svetlana Aleksiévich que de a ratos producen sorpresa: “El culto a Stalin ha universales de seguridad social, cualquier
(Acantilado, 2022) es una obra monumental. Son vuelto. La mitad de jóvenes entre diecinueve y treinta años avance en orden, incluso sin ley, se vende como
más de seiscientas páginas organizadas en dos considera que Stalin fue ‘un gran dirigente político’. ¡El país un avance hacia el desarrollo.
Emomentos: “El consuelo del apocalipsis. Diez histo- donde Stalín mató a tantas personas como Hitler ve surgir Recientemente se publicó un ranking interna-
rias en un interior rojo” y “El encanto del vacío. Diez histo- ahora un nuevo culto a su figura!” (p.19) cional sobre la situación del Estado de derecho
rias en medio de ninguna parte”. El “interior rojo” va de 1991 Más marco. Hacia la década del ochenta, la crisis econó- en 142 países. El Salvador se encuentra en la
a 2001, el período de desmantelamiento del mundo soviéti- mica estaba causando estragos entre la población, que vivía posición 111 y solo destaca positivamente en uno
co. “En medio de ninguna parte” ocurre entre 2002 y 2012, en condiciones miserables. En ese contexto, llegó la reno- de los temas analizados: el orden y la seguridad
durante el ascenso y consolidación en el poder de Vladímir vación, Michael Gorbachov (Secretario General del Partido en el país. Sin embargo, en términos de justicia
Putin. Ese es el telón de fondo sobre el que se inscriben las Comunista y presidente de la URSS de 1985 a 1991), y penal, parte indispensable del mantenimiento
vidas de personas corrientes porque El fin del «Homo sovie- las reformas, “la Perestroika”. La ruptura del bloque que del orden, el país aparece en los últimos puestos.
ticus» no es un libro de historia sino una obra coral a medio conformaba la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéti- En otras palabras, si bien el país disfruta de un
camino entre el periodismo y la literatura, un registro de cas (URSS) en 1989 desencadenó un dominó de conflictos mayor orden y tranquilidad a raíz de la disolu-
vivencias de quienes durante décadas fueron soviéticos y un territoriales (unos cuántos siguen sin resolverse, a la vista ción del poder de las pandillas, la justicia penal
día abruptamente dejaron de serlo, al menos en los papeles. están). Las voces que registra Homo Sovieticus son las está por los suelos. La arbitrariedad, el maltra-
Con su cuaderno de notas y una grabadora, la autora que vivieron aquella gran pérdida, que añoraron la liber- to, el debilitamiento del derecho a la defensa, las
entra en las salas de estar y en las cocinas y registra voces, tad pero no siempre supieron qué hacer con ella. “Hoy he formas de reclusión semejantes a la desapari-
cuadros en las paredes, el olor de los platos que se cuecen. comprado tres diarios y cada uno cuenta su verdad. ¿Dónde ción forzada, el traspaso del castigo desde los
Su objetivo: “La civilización soviética… me apresuro a dejar está la verdadera verdad? Antes uno leía el Pravda de buena detenidos hacia sus familiares por la falta de
testimonio sobre sus huellas (…) No hago preguntas sobre mañana y ya lo tenía todo claro” (p.13) o “nadie nos había información de sus parientes y la imposibilidad
el socialismo, sino sobre el amor, los celos, la infancia, la enseñado a vivir en libertad. Sólo nos habían enseñado a de visitarlos han convertido a a la justicia penal
vejez, o sobre la música, los bailes, los peinados, sobre infini- morir por ella” (p.15). en una farsa. Hay orden, sí, pero la ley es papel
dad de detalles de una vida que ha desparecido”. Su enfoque: En 1991 un intento fracasado de golpe de Estado culminó mojado.
“Las emociones suelen quedar siempre marginadas, no se con el desplazamiento del poder de Gorbachov y la llegada El orden sin ley eficiente y respetuosa de los
les suele dar cabida en la historia. Pero yo observo el mundo de Boris Yeltsin. La URSS se desmembraba. Fue una época derechos ciudadanos no es bueno en el largo
con ojos de escritora, no de historiadora. Y siento una gran de apertura descontrolada del mercado, disolución de las plazo, aunque en un primer momento pueda
fascinación por el ser humano.” (p.14) Es el relato de las y estructuras del Estado o quizás sería mejor decir readapta- percibirse como ganancia ante una situación
los protagonistas lo que se presenta. Aunque pueda presu- ción de las figuras y aparato del viejo régimen al nuevo, a ese previa de desorden salvaje o brutal. Corre-
ponerse el recorte y la selección, la autora apenas interviene naciente capitalismo de oligarcas, esa riqueza exhibida de gido el desorden y conseguida una mayor
explícitamente en el texto, en cursivas, para diferenciar sus forma indecente. A diez años de la caída del muro de Berlín, tranquilidad, corresponde ahora mejorar la
breves acotaciones, cada tanto, para apuntar no una idea Putin era nombrado primer ministro por Yeltsin y unos situación de la ley. La vieja síntesis de orden
sino una escena: “(Me echo a reír, pero él permanece serio)”, meses más tarde era electo presidente. Desde entonces, el y ley demanda suprimir la arbitrariedad de
“(Se interrumpe)”, “(Calla)”, “(Ahora sí, llora)”. nuevo Zar ha restablecido sobre el marco del capitalismo las detenciones, mejorar la capacidad de la
Aleksiévich no ve ese mundo desde lejos ni desde fuera, es salvaje los viejos sueños imperiales y de grandeza: “– Los Policía y aumentar su presencia en la socie-
su historia. De madre ucraniana y padre bieloruso, nació en años de Putin han sido sombríos, grises, brutales, con aires dad, disminuir el peso del ejército en los
la Unión Soviética en 1948 y estudió periodismo en Minsk de la vieja Cheká, glamurosos, sólidos, imperiales, ortodo- temas de seguridad y garantizar el cumpli-
(Bielorrusia). “Mi padre solía recordar que su fe en el comu- xos…” (p.394) miento de derechos básicos como la deten-
nismo surgió a raíz del vuelo de Yuri Gagarín: ‘¡Hemos sido Comentarios de una mujer ordinaria, último acápite del ción con tiempos claramente delimitados, la
los primeros! ¡Somos capaces de todo!’, se dijo. Y en esa fe texto, condensa una de las tantas miradas: “Ahora todo el presunción de inocencia y la vista familiar.
nos educaron él y mamá. Yo fui octubrista, llevé la insignia mundo va diciendo que éramos una gran potencia y que lo Centrarse solo en el orden, despreciando y
en la cabeza del niño con el cabello revuelto, fui pionera y hemos perdido todo. Pero ¿qué he perdido yo, exactamente? anulando los pequeños avances conseguidos
miembro del Komsomol. La desilusión llegaría más tarde” Antes vivía en una casucha sin ninguna comodidad: ni agua, en el campo de una legislación coherente con
(p.11) ni tuberías, ni gas. Y ahora, lo mismo”. “A nosotros nos trae los derechos humanos, solamente conducirá
Los grandes eventos son el marco para entender el particu- sin cuidado que nos gobiernen los “rojos” o los “blancos”. Lo a nuevos fracasos. La dictadura del general
lar imaginario ruso. La Revolución de febrero de 1917 acabó que nos importa es que llegue la primavera para sembrar Maximiliano Hernández Martínez construyó
con el Imperio, octubre representó la revolución dentro patatas”. orden prescindiendo de una ley que protegie-
de la revolución, con Lenin y los bolcheviques. La guerra En 2015 Svetlana Aleksiévich recibió el Nobel de Lite- ra a los ciudadanos. El experimento se tradujo
civil terminó en 1922, cuando el Ejército Blanco, defensor ratura, siendo la primera autora de no ficción en ganarlo. en una dictadura y llevó a la muerte a decenas
del imperio, fue vencido por el Ejército Rojo, promotor de la Su obra fue considerada “un monumento al valor y al sufri- de miles de indígenas y campesinos. Para qué
Revolución. La primera Unión de Repúblicas agrupó a las miento de nuestro tiempo”. Opositora a Aleksandr Lukas- repetir esta historia.
naciones rusa, bielorusa, ucraniana y transcauscásica. El henko, dictador bielorruso, abandonó el país en 2020.
gobierno se estableció como un régimen de partido único y Editorial de la Universidad Centroamericana
comenzó una etapa de expansión. Se creó un poder inmenso. *Artículo publicado originalmente en el blog de la autora José Simeón Cañas de El Salvador.