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           La era del gran agotamiento: cómo el trabajo



         consume nuestra energía y hasta nuestro ocio





           El 44% de los trabajadores dicen sentirse estresados, una cifra récord en la historia que sugiere que el síndrome del trabajador
                                                  quemado no es un problema psicológico sino estructural



                                                                       POR ENRIQUE ALPAÑÉS


               eatriz Serrano estaba encerrada en su casa, como                                             adaptación continua y rápida a las nuevas tecnologías y una
               medio mundo, debido a las restricciones por la covid-19.                                     mayor competencia y productividad.”
               No podía quedar con sus amigas, no podía dar un paseo,                                         Por otro lado, las sucesivas crisis, lo inestable del trabajo y
       Bpero tenía que trabajar a un ritmo agotador.                                                        la precarización han terminado de crear un ambiente inestable
          Después de una reunión por videollamada, salió a una                                              que ha ayudado a cambiar la mentalidad del trabajador y su
        pequeña terraza interior y entonces escuchó el silencio: “Recordé                                   relación con la empresa. “Se frustran las expectativas laborales
        todas las ficciones que había consumido acerca del fin del mundo,                                   de los trabajadores y su nivel de autoestima laboral.
        desde los alienígenas de H.G. Wells a las guerras por el agua de                                      Aparecen síndromes como el del impostor y aumenta la
        Mad Max, y pensé: ‘Vaya, parece que es el fin del mundo, y nos va                                   probabilidad de desgaste emocional o síndrome del trabajador
        a pillar trabajando”, explica Serrano, que trabajaba en el sector                                   quemado”, explica la experta. Los trabajos ya no son lo que eran,
        de la comunicación.                                                                                 así que nuestra relación con ellos, tampoco.
          Aquello le pareció deprimente, pero también inspirador, así                                         Para retener al trabajador, en los últimos años se ha optado
        que empezó a escribir sobre el tema. Fue el germen de El Descon-                                    por crear una épica de lo laboral, una nueva narrativa que ve el
        tento, una novela sobre la desilusión y la cultura laboral capita-                                  trabajo no solo como una forma de ganar dinero, sino de ganar
        lista.                                                                                              estatus. “De repente, los trabajos son apasionantes, nos definen,
          El libro se publicó hace unos meses y se ha convertido en un                                      cumplen nuestros sueños”, señala Juan Evaristo Valls Boix,
        pequeño fenómeno editorial (con traducciones en marcha en                                           profesor de Filosofía de la Cultura en la Universidad Complu-
        Italia, Francia, Inglaterra o EE UU).                                                               tense de Madrid y autor del libro Metafísica de la pereza. “Surgen
          La autora lo atribuye a que la historia de Marisa, su protago-                                    todas estas prácticas de teambuilding, el mantra de que en este
        nista, es común a la de mucha gente. A la suya, que dejó aquel   Trabajadores en las oficinas de una empresa en Polonia.  trabajo somos como una familia”, añade. Y así, en nuestra vida
        trabajo y hoy es escritora y periodista en EL PAÍS (de España). Y   JAAP ARRIENS (NURPHOTO/ GETTY IMAGES)  privada, empezamos a imitar la mentalidad empresarial.
        a la de muchos lectores.                                                                              Cuando el ocio también cansa
         “Me escribe mucha gente para decirme que se siente identifi-                                         El gran agotamiento parte del trabajo, pero lo trasciende.
        cada. No es que me digan ‘yo soy Marisa’, es que me dicen ‘todos   digma.                           Términos como el burnout, asociados al entorno laboral, se han
        somos Marisa”, confiesa.                            Pero la realidad laboral no se adaptó. Esta también sufrió   empezado a aplicar en los últimos años a la crianza.
          El escritor e informático Carl Newport lo ha venido a llamar   cambios importantes durante la pandemia. En los primeros   El 66% de los padres trabajadores cumple con los criterios
        el gran agotamiento, una sociedad en la que todo el mundo está   meses, se produjo un aumento exponencial de las comunicacio-  para encajar en este perfil, según un informe de la Universidad
        cansado, quemado, con la sensación de que no le da la vida.   nes digitales: Zoom y Slack se convirtieron en el salvavidas al   de Ohio.
          En este contexto, la gente busca restablecer su relación con el   que agarrarse en medio de un tsunami laboral. Su uso aumentó   El agotamiento empieza a salpicar a otras esferas sociales
        trabajo y priorizar su vida personal. Es lo que vino a refrendar   un 350 y un 400% respectivamente. Vías de comunicación más   como el ocio, relegado a un espacio mínimo en medio de una
        una reciente encuesta de 40dB para EL PAÍS. En ella se les daba   informales como WhatsApp se normalizaron para tratar temas   rutina que coloniza el calendario. Hay que planificar agendas
        a los encuestados siete opciones y se les pedía que las ordenaran   laborales. Y así, el trabajo se empezó a filtrar en el hogar y la vida   con los amigos con semanas de antelación, todo el mundo está
        de más a menos importante.                        privada. La tecnología ayudó a difuminar las fronteras entre   agotado y nadie tiene tiempo.
          La primera fue la salud mental. Después, la familia y en tercer   ambos mundos.                     Valls Boix asegura que esto se debe a que “la lógica capitalista
        lugar tener tiempo libre. Tener un buen trabajo apareció en   Tras la pandemia, los trabajadores volvieron a las oficinas   del trabajo, es decir, de la inversión y del beneficio, está expan-
        cuarto lugar y tener un buen nivel económico en séptimo.  físicas, pero la cantidad de comunicación digital permaneció   diéndose y va saturando otras esferas de la vida”.
          Si el burnout o síndrome del trabajador quemado reflejaba   estable. Según un informe de Microsoft, el tiempo dedicado a   El filósofo cree que nos hemos convertido en pequeños empre-
        un fenómeno individual, el gran agotamiento viene a señalar la   reuniones en línea ha aumentado más de 350% entre febrero de   sarios de nuestro tiempo libre. Hay un culto a la productividad
        problemática colectiva que hay detrás. La cultura e internet han   2020 y 2022. Los usuarios de su paquete ofimático dedican ahora   que se inicia en la oficina, pero permea en nuestra vida privada.
        tenido un papel crucial en la propagación de esta idea, desde los   cerca del 60% de su tiempo a utilizar herramientas de comuni-  “Se ha generado una suerte de solapamiento entre la lógica del
        memes hasta la literatura o la música. El libro de Serrano es un   cación digital —correo electrónico, chat y videoconferencia—, y   trabajo y el espacio afectivo y las emociones”, explica. Los amigos
        buen ejemplo.                                     el 40% restante a programas de creación, como Word, Excel y   se ven como capital social, las citas, como entrevistas de trabajo,
         “Para mí hay dos momentos clave para entender todo esto. Uno   PowerPoint.                         con aplicaciones para ligar que funcionan como castings y redes
        fue la crisis de 2008, que nos obligó a buscarnos la vida. Y otro   Uno de cada cuatro trabajadores dedica nueve horas a la   sociales que nos empujan a crear contenido para aumentar la
        fue la pandemia, que nos obligó a pararla”, explica la autora.  semana solo al correo electrónico. Casi dos de cada tres perso-  marca personal.
        Cuando la actividad se recuperó algo se había roto. El mundo   nas (el 64%) afirman tener dificultades para sacar el tiempo y la   El ocio ya no consiste en no hacer nada, sino en llenar nuestro
        obligaba a retomar el ritmo anterior, pero mucha gente, simple-  energía necesarios para realizar su trabajo, siempre según este   escaso tiempo libre de experiencias: leer los libros que hay que
        mente, no quería.                                 informe.                                          leer, ver las series que están en la conversación, ir a la fiesta de
          Fue entonces cuando se empezaron a suceder, en cascada,   El problema de esta nueva realidad es que la investigación   moda o probar el último restaurante viral, si consigues reservar.
        fenómenos sociales relacionados con el trabajo. El primero fue   relaciona el aumento de la comunicación digital con la disminu- “Esta es la parte más perversa”, opina Valls Boix. “No estamos
        la gran renuncia, cuando 47 millones de personas dejaron volun-  ción de la satisfacción. Y esto se refleja en los números. El último   trabajando, pero seguimos con la dinámica laboral”. De esta
        tariamente su empleo solo en EE UU, según el Departamento   informe  de  la  consultora  Gallup  sobre  el  empleo,  publicado   forma se crea una sociedad del estrés, en la que, incluso el ocio
        de Trabajo. Después se produjeron las luchas sindicales por el   en 2023, arrojó datos históricos: el 44% de los trabajadores se   ha dejado de ser un espacio de relajación y desconexión. Las
        teletrabajo y la conciliación.                    sentían estresados. Las cifras son inéditas y no solo se explican   series y los audios de WhatsApp se reproducen a velocidad 2x,
          Por último, el año pasado se empezó a hablar en los medios   por el mayor uso del email. Para Yolanda García Rodríguez,  las aficiones se monetizan y surgen síndromes como el FOMO
        anglosajones del quiet quitting, que pasa por trabajar lo justo,  profesora del departamento de Psicología Social, del Trabajo   (miedo a perderse algo por sus siglas en inglés). Se empieza a dar
        sin excederse ni en obligaciones ni en horario. La crítica recu-  y Diferencial de la Universidad Complutense de Madrid, “las   forma a una cultura que glorifica estar siempre ocupado (hustle
        rrente entre los compañeros de trabajo dejó de ser “a las cinco   exigencias laborales ahora son mayores. La complejidad de las   culture, en la denominación académica anglosajona). “Vivimos
        se le cae el boli”, para transformarse en “este se cree que va a   tareas es mayor, la cualificación exigida en los puestos de trabajo   en una excitación constante, sobreestimulados, y eso puede ser
        heredar la empresa”. Se empezó a fraguar un cambio de para-  va en aumento. Se exigen toma de decisiones muy rápidas, una   frustrante y agotador”, resume Valls Boix.
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