Page 12 - DiarioTiempo-13-10-23
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        Macroproyecto publica                                                                               humanas, revelando aspectos que las distinguen de las de
                                                                                                              Ya lo han hecho con más de 3.000 tipos de células

                                                                                                            otros primates y que permitirán identificar, por ejemplo,
         el atlas del cerebro, un                                                                           cuáles de ellas son más propensas a mutaciones específicas
                                                                                                            que causan enfermedades neurológicas.
                                                                                                              Uno de los hallazgos de la colaboración es que, como en
                                                                                                            la cocina, con los mismos ingredientes se pueden preparar
                                                                                                            distintos guisos. Aunque hay células propias de algunas
        mapa para entender                                                                                  regiones cerebrales, muchas diferencias entre regiones
                                                                                                            se producen porque tienen distintas proporciones de los
                                                                                                            mismos tipos celulares.
                                                                                                              Según explican en uno de los artículos Alyssa Weninger
         qué nos hace humanos                                                                               y Paola Arlotta, de las universidades de Carolina del Norte
                                                                                                            y Harvard, respectivamente, hay excepciones a esta regla
                                                                                                            general.
                                                                                                              Por ejemplo, la corteza visual primaria contenía tipos de
                                                                                                            neuronas inhibidoras particulares.
                                                                                                              Los datos muestran que la evolución no ha producido la
        La investigación, que se compara con la secuenciación del                                           aparición de nuevos tipos de células cerebrales que justi-
                                                                                                            fiquen las distintas funciones del cerebro, sino que son
                                                                                                            pequeñas variaciones dentro de los mismos tipos celulares
        genoma humano, también explora los cambios que producen                                             y cambios en la abundancia de estas células por región los
        las enfermedades neurológicas                                                                       que crean circuitos cerebrales distintos.
                                                                                                              No hay un cerebro humano
                                                                                                              Juan Lerma, investigador del Instituto de Neurociencias
                                             POR DANIEL MEDIAVILLA                                          de Alicante, apunta que la ingente cantidad de datos obte-
                                                                                                            nidos con las nuevas técnicas “no va a darnos la solución a
               n el año 1600 se produjo un momento estelar de   la gravedad, por qué se mueven así.         los problemas del conocimiento del cerebro humano y pone
               la historia de la ciencia. Tycho Brahe, un noble   Cuatro siglos después, los científicos aspiran a una revo-  de manifiesto cosas que ya se sabían, pero esta es la manera
               danés obsesionado por medir con precisión los   lución científica igual de significativa o más que la lidera-  de demostrar que el conocimiento es sólido”.
       Emovimientos de los astros, se encontró en Praga   da por los que descubrieron la posición de la Tierra en el   Uno de los aspectos destacados para Lerma es la gran
        con Johannes Kepler, un alemán de origen humilde con   cosmos.                                      variabilidad que se encuentra entre cerebros, “algo que se
        una inclinación por la mística y la ciencia que hoy parece   Pese al progreso de la neurociencia desde los años   había visto en las pruebas de imagen cerebral no invasivas
        contradictoria.                                   de Santiago Ramón y Cajal, lo que se desconoce sobre el   en humanos”.
          Kepler, inspirado por Copérnico, intuía que el sistema   cerebro, sobre cómo genera la consciencia o la memoria   “Esto nos dice que es importante que los estudios en
        solar tenía más sentido con la estrella en el centro, pero   o sobre cómo curar muchas enfermedades neurológicas   humanos incluyan un gran número de casos, porque
        necesitaba datos para corroborar su modelo.       sigue siendo muchísimo.                           puedes tener un estudio con 500 cerebros que te dé unos
          En aquella época, los astrónomos elaboraban cartas de   La revista Science publicó ayer una serie de artículos que   resultados y, después, haces un análisis de 30 de esos cere-
        navegación y predicciones astrológicas con observaciones   muestran el esfuerzo por obtener los datos que son la base   bros y los resultados son diferentes”, ejemplifica.
        burdas recogidas siglos antes y pocos consideraban necesa-  de cualquier avance significativo del conocimiento.  En un estudio liderado por Nelson Johansen, del Insti-
        rio recabar medidas precisas.                       Los trabajos son parte de la Brain Initiative Cell Census   tuto Allen, en Seattle (EE UU), se analizó la expresión
          Brahe había acumulado esas medidas, pero mantuvo la   Network (BICCN), un proyecto lanzado en 2017 por los   genética de células individuales de la corteza cerebral de
        Tierra en el centro de su sistema solar y ocultó sus obser-  Institutos Nacionales de Salud de EE UU (NIH, por sus  75 individuos y solo encontraron pequeñas diferencias que
        vaciones a Kepler, que solo pudo verlas tras la muerte del   siglas en inglés).                     se pudiesen explicar por factores como la edad, el sexo, la
        danés, en 1601.                                      El proyecto involucra a cientos de científicos que utilizan   ascendencia o si procedía de personas sanas o enfermas.
          Aquellos datos permitieron a Kepler describir matemáti-  las últimas tecnologías para localizar las células en cere- “No existe un humano prototípico”, resumen Weninger y
        camente los movimientos de los planetas alrededor del Sol   bros de humanos y otros animales, y caracterizarlas una a  Arlotta.
        y allanó el camino para que Isaac Newton nos explicase, con   una por su expresión genética, su forma y otros rasgos.   “El  conocimiento  derivado  de  estos  estudios  va  a  ser
                                                                                                            fundamental para responder algunas preguntas clásicas
                                                                                                            en neurociencia, como cuáles son las diferencias fundamen-
                                                                                                            tales entre el cerebro humano y el de nuestros parientes
                                                                                                            más cercanos, como los chimpancés”, afirma Ignacio Sáez,
                                                                                                            investigador en el Hospital Monte Sinaí, en Nueva York.
                                                                                                              Uno de los trabajos que hoy publica Science, que firma
                                                                                                            como primer autor Nikolas Jorstad, del Instituto Allen,
                                                                                                            analiza la expresión genética de las células del giro tempo-
                                                                                                            ral medio, una región crítica para la comprensión del
                                                                                                            lenguaje, en humanos, chimpancés, gorilas, macacos y
                                                                                                            monos tití.
                                                                                                              Los  investigadores  vieron  que  todos  estos  primates
                                                                                                            comparten, en gran parte, los mismos tipos de célula que
                                                                                                            aparecieron en un momento de la evolución y se han ido
                                                                                                            conservando con la aparición de nuevas especies. Solo unos
                                                                                                            pocos cientos de genes mostraron pautas de expresión que
                                                                                                            solo se ven en humanos.
                                                                                                              Estos datos sugieren que las obvias diferencias entre un
                                                                                                            tití y un humano surgen de unos pocos cambios molecu-
                                                                                                            lares y celulares. Entre los artículos de Science, también
                                                                                                            hay trabajos que analizan células en momentos clave del
                                                                                                            desarrollo del cerebro antes y justo después del nacimiento.
                                                                                                              El conocimiento de estos instantes también puede
                                                                                                            ayudar a producir mejores modelos para estudiar el cerebro
                                                                                                            humano, algo muy difícil de hacer con voluntarios de carne
                                                                                                            y hueso, o entender mejor qué modelos animales pueden
        Los resultados presentados hoy han confirmado observaciones realizadas con técnicas de imagenJANIECBROS   ser útiles para avanzar en el conocimiento del órgano de la
        (GETTY IMAGES)                                                                                      conciencia.
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