Page 12 - DiarioTiempo-11-01-24
P. 12

12







         LAS MARAS RECLUTAN NIÑOS                                                                           El amor materno lo asociaba con indiferencia, la hermandad


                                                                                                            con violencia y la paternidad con fantasía. Así las cosas, la
                                                                                                            promesa una familia me tentó a convertirme en marero hasta
         CON UN DISFRAZ DE AFECTO:                                                                          los 16 años.
                                                                                                              Por fin iba a pasar de la idea a la acción. Ya había hablado
                                                                                                            con uno de los jefes sobre la posibilidad de unirme a la pandi-
                                                                                                            lla. Les gustaba mi carácter y el carisma que tenía, y hasta se
      “MI PRIMER ABRAZO LO RECIBÍ                                                                           ofrecieron a pagarme una carrera universitaria. Eso es algo
                                                                                                            común en las maras.
                                                                                                              Ellos tienen su gente para todo, incluso profesionales que
         DE UN PANDILLERO”                                                                                  trabajan tras bambalinas para que las empresas de crimen
                                                                                                            funcionen sin problemas.
                                                                                                              Esa oferta me tentaba, sobre todo porque la novia que tenía
                                                                                                            en ese momento había quedado embarazada y yo no tenía la
                                                                                                            forma de sostener a mi futuro hijo. Unirme a la mara, en aquel
                                                                                                            entonces, parecía una decisión lógica.
        >> Un joven hondureño de 27 años que coqueteó con las maras cuando era niño y que ahora trabaja para   El giro
                                                                                                              Cuando ya estaba listo para sentenciar mi destino a la
        que la infancia de su país tenga alternativas cuenta en primera persona su experiencia              pandilla, una reunión me salvó la vida. Fue una charla del
                                                                                                            instituto a la que asistí por curiosidad y en la que por primera
                                                                                                            vez vi la opción de hacer algo distinto conmigo.
                                                POR PAULA MEDINA                                              Ahí nos hablaron de Jóvenes Contra la Violencia Honduras
                                                                                                            (JCVH), una organización de voluntarios para hacer activida-
               dras Suazo es uno de los miles de jóvenes hondureños   perro blanco.                         des con gente de nuestra edad y hablar de lo que nos preocupa-
               que ha sido víctima del coqueteo de las maras, estruc-  En ese momento, dejaron de gustarme esos animales y Pablo   ba. Fue el primer espacio en el que sentí que podía pertenecer
               turas urbanas de crimen organizado que se aprove-  y yo nos dimos cuenta de que no servía para ser un asesino.  a algo fuera del ruido de las pandillas o las familias disfuncio-
       Echan de la pobreza y de los hogares fracturados para   Ahora sé que esa prueba no tuvo nada que ver con el afecto.   nales, junto a otros chicos como yo. Un refugio solo de nosotros
        reclutar a los menores entre sus filas, a cambio de una falsa   Era un mero examen de oficios, que respondía a un modus   y para nosotros.
        ilusión de amor y protección que los niños nunca recibieron de   operandi. Las pandillas probaban tus capacidades para clasi-  Me lancé de cabeza como voluntario y le di mi negativa al
        sus familias ni de las autoridades.               ficarte.                                          líder de la mara de la colonia. Después de todo, yo le había
          A excepción del protagonista, todos los nombres de esta   Después, te ofrecían la ilusión de pertenecer a algo y de tener   dicho que iba a pensarlo, y en nombre del aprecio que sentía
        historia han sido modificados para proteger a Edras Suazo,  personas a tu lado. Ambas cosas se pagaban entre un mundo   por mí, no tuvo problema en que me hiciera a un lado.
        que ofrece su testimonio en primera persona, y a los cientos de   de drogas, que podía derivar en la cárcel o en una tumba, como   Conseguí pequeños trabajos temporales para ayudar con
        la organización con la que trabaja, Jóvenes Contra la Violen-  luego le pasó a él.                  el mantenimiento de mi hijo y, antes de que me diera cuenta,
        cia, una organización juvenil que ayuda a los jóvenes a buscar   Tras el desafío de matar, no vinieron más encargos así. Yo   pasé de ser un posible marero a intentar de que esa no fuese
        alternativas para su futuro en un país sin miedo:  solo me acostumbré a ayudar en cosas simples desde pequeño.   una opción para nadie más.
          Aunque todas las historias son únicas, sé que la mía se   Acciones que creía que no implicaban ningún riesgo como   Me uní a todas las actividades de JCVH. Hacíamos murales
        parece a la de miles de jóvenes en Honduras. Mi nombre es   hacer mandados o guardar cosas sin hacer preguntas.  con mensajes positivos en los mismos lugares en los que
        Edras Suazo, y estuve a punto de convertirme en pandillero.   Iba a la penitenciaria de Comayagua con mi mochila del   habían asesinado a alguien, dialogábamos con las familias de
           Para explicarlo, debo resumirles mi vida desde el principio.  instituto cargada de marihuana, cocaína y piedras de crack   las colonias, y manteníamos la mente ocupada en sueños.
        Nací hace 27 años en Comayagua, una ciudad del centro del   camufladas entre recipientes de comida para presos. No cues-  En un par de años, yo ya coordinaba un buen número de
        país, que, a escasos metros de las construcciones coloniales   tionaba nada.                        voluntarios y mi capacidad para hablarles, influir en ellos
        para los turistas, esconde la realidad de la gente de a pie.  Mi obediencia infantil era un activo que los mareros se   y compartir lo que hacíamos hizo que me apasionara por la
          Solo hay que atravesar un puente desde el centro para estar   ganaban con comida, cariño y propinas. Así funcionan las   comunicación.
        más cerca de la ciudad que a mí me tocó.          cosas en muchas zonas de Honduras. De esa manera, sobrevi-  Desde hace más de tres años, soy el director de comunica-
          Una Comayagua de suelos de tierra, casas de madera y   ven los niños a los que nadie ve.          ciones de JCVH, aunque todavía estoy en proceso de sacar la
        techos de aluminio, en la que crecí entre barrios y casas de   Con lo que ganaba, ayudaba en la casa. Me sentía orgulloso   carrera.
        alquiler diferentes, junto a mi mamá y dos de mis cuatro   cada vez que le llevaba 100 lempiras (4 dólares) a mi mamá   Nunca imaginé que iría a la universidad, pero encontré una
        hermanos. Todos éramos hijos de padres distintos. Yo, al mío,  para comer. Eran los momentos en los que podía relacionarme   familia que confío en mí y con quienes si pude vislumbrar un
        jamás lo conocí.                                  con ella.                                         propósito.
          Su ausencia y la falta de amor en mi casa me convirtieron en   Si me preguntaba de dónde había sacado el dinero, le inven-  A lo largo de diez años de trabajo, siento que la esperan-
        un blanco fácil para las maras más importantes de Honduras.  taba cualquier cosa. Yo fingía decir la verdad y ella fingía   za para los jóvenes crece a partir de pequeños cambios. Ya
          Esas, representadas con dos números, que tienen ojos y   creérsela.                               tenemos 600 voluntarios en 32 comunidades de Honduras,
        dominio en todas partes.                            Así pasaron los años, entre pequeños encargos a las maras,   jóvenes que se oponen a la violencia, pero que también dialo-
         “Los  muchachos”  me  ofrecieron  la  protección  y  el  afecto   carencias en casa y discusiones con uno de mis hermanos. Él   gan con ella para transformar las cosas. Hablamos con los
        que necesitaba, mientras mi mamá me golpeaba ante la más   me sacaba de mi cama y yo tenía que dormir en el suelo, mien-  líderes de las maras para que nos dejen entrar a los barrios.
        mínima de las provocaciones. Recuerdo que ella nunca me   tras mi madre lo ignoraba todo.           Ahí, vemos películas en medio de la calle con los adolescentes y
        abrazó de niño. Mi primer abrazo lo recibí de un pandillero.  Eso me llenó de rabia. Una furia que postré junto a la resig-  hacemos pintadas por donde antes corrieron balas.
          Pablo me dijo que yo era el hijo que él siempre quiso, y en mis   nación de no tener padre, dos cosas que hicieron que me refu-  Sabemos que muchos jefes de los grupos nos dejan entrar a
        fantasías, yo lo convertí en el padre que anhelaba tener. Él era   giara en el alcohol y en mis dos mejores amigos.  sus colonias con la esperanza silenciosa de que otros jóvenes,
        uno de los líderes de la mara que controlaba mi colonia.   Ellos terminaron enfrentados porque se unieron a distintas   o incluso sus hijos, no hagan parte de esas estructuras. El
          Sus tatuajes, sus armas y el poder que ejercía sobre los   maras y solo nos vimos una vez de forma secreta para despedir   problema no es solo con ellos.
        demás me producían un morbo que me hacía querer imitar-  nuestra amistad. Entretanto, a mí los muchachos de la colonia   Los jóvenes de Honduras son víctimas de todo un sistema
        lo. A él todos lo obedecían, mientras que a mí ni siquiera me   me seguían haciendo guiños para que diese el paso definitivo   que los olvida y los deja sin opciones. Al final, las maras son
        respetaban en mi casa.                            de unirme a su causa.                             una opción porque ofrecen aparentes espacios de protección
          Uno de mis hermanos me maltrataba y el dueño de la casa   Aunque la idea era tentadora, aún no estaba decidido. Sabía   que no brindan la familia ni el Estado.
        nos levantaba las tejas si nos atrasábamos con los pagos de   que, si entraba a la mara en serio, jamás podría salir de ella.   En JCVH ejercemos presión para que quienes toman
        la renta. Una realidad muy distinta a la del mandamás de la  Al menos, no vivo.                     las decisiones hagan algo. El año pasado, colaboramos con
        colonia.                                            Sin embargo, la idea comenzó a resonar más en mi cabeza   varias organizaciones para impulsar y dar visibilidad a la ley
          A mis 12 años, me decía a mí mismo que quería ser cómo él.  cuando los mareros ofrecieron probar su lealtad ajusticiando a   de desplazamiento en Honduras, de la mano de ACNUR, la
        Estaba dispuesto a probarle mi lealtad a Pablo a cambio del   quienes me habían lastimado. Fue tentador pensar en el fin de   Agencia ONU para los Refugiados.
        amor de familia que me ofrecía.                   quienes me habían menospreciado. Incluso en el del hermano   La norma ya fue aprobada por el Gobierno y entró en vigor
          Él examinó mi carácter midiendo mi capacidad para hacer   que nunca me quiso.                     este año. Será un mecanismo para ayudar a quienes huyen de
        daño. Me llevó a una colina y me hizo matar a un cachorro.   No era difícil desprenderme de mi familia porque no había   sus hogares a causa de la violencia que consume al país. La
        Me acuerdo de que tuvo que ayudarme a apretar el gatillo.  tal. Nunca celebramos las navidades, ni los cumpleaños. Lo   misma que me quitó dos amigos inseparables, y que ha dejado
        Recuerdo también la explosión de la cabeza de ese pequeño   de vivir juntos solo parecía un accidente dictado por la sangre.   a muchos a quienes quise en un féretro.
   7   8   9   10   11   12   13   14   15   16   17