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“SE HA PRIORIZADO LA VISIÓN MERCANTIL énfasis en la biodiversidad, pero la naturaleza es mucho más
“En las negociaciones globales y locales ha habido mucho
DE LA NATURALEZA”: LA CRISIS DE que eso, incluye seres vivos y los que no lo son, así como los
diversos vínculos que podemos establecer con ella”, explica
VALORES DETRÁS DEL CAMBIO CLIMÁTICO Balvanera, para quien la concepción de la naturaleza “como
una mera fábrica de insumos nos ha llevado al estableci-
miento de indicadores de bienestar dirigidos exclusivamen-
Un estudio publicado en la revista científica ‘Nature’ propone redefinir te a cuánto nos puede ofrecer ésta, la cantidad de peces y de
madera, de plantas medicinales, a la mayor o menor regula-
los conceptos de desarrollo y bienestar desde una óptica distinta al ción climática que puede soportar el planeta”.
Con el fin de transitar a futuros más justos y sostenibles
crecimiento económico por un futuro más justo y sostenible resulta fundamental, concluye el estudio, “despegarse de
la predominancia de los beneficios a corto plazo y del creci-
miento económico a toda costa”, la cual se ha mantenido en
POR ANDREA J. ARRATIBEL detrimento de incluir los numerosos valores de la naturale-
za en las decisiones económicas y políticas.
a relación que hemos desarrollado con la naturale- que los principios medioambientales basados en el mercado Para ello, los científicos proponen un tercer
za, la forma en la que la percibimos e interactuamos tienden a prevalecer sobre otros no mercantiles que tienen enfoque dirigido a reformar las iniciativas legales y
con ella, requiere de cambios urgentes para poder numerosas contribuciones de los ecosistemas a las personas marcos institucionales que hoy existen.
L preservarla. y que han sido ignorados en el último siglo. Como sostiene el estudio, a pesar de los acuerdos para
Creer, por ejemplo, que el valor de un árbol de caoba reside Tras la recuperación de la Segunda Guerra Mundial, pero incorporar los valores de la naturaleza en las acciones, como
en el precio que obtendrá su madera preciosa en el mercado, sobre todo a partir de los años ochenta, se incentivó la idea el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal
y no en que constituya un elemento de convivencia y belleza de que la vida de los seres humanos y el desarrollo económico (GBF), convenio que tiene como fin adoptar un plan global
en sí mismo, es parte del origen del cambio climático que dependían de la naturaleza. para salvar la decreciente biodiversidad del planeta, y los
enfrentamos. Así lo afirma un revelador estudio publicado “Lo que impulsó la óptica de mirarla en relación a cómo Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, las políticas
en la revista Nature. vivimos de ella, de asumir el medio natural como una fábrica ambientales y de desarrollo predominantes aún priorizan un
El trabajo, en el que han participado más de 80 investi- de todo aquello que necesitamos”, expone Balvanera. subconjunto de valores, particularmente aquellos mercanti-
gadores de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y De acuerdo con la científica, esta visión tuvo distintas les, ignorando otras relaciones con el medio ambiente.
Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas implicaciones. “Por un lado, provocó que concibamos a la “Dada las condiciones de pobreza y desigualdad, muchos
(IPBES), concluye cómo aquellos principios que infravaloran naturaleza como algo ajeno a nosotros, que está allá afuera. países como México han decidido convertirse en fábricas
la naturaleza —los que rigen la mayoría de las sociedades—, También llevó a establecer principios alrededor de la pros- de commodities para exportar sus recursos. Un ejemplo
han llevado al mundo a la crisis ambiental actual. peridad de las poblaciones humanas desde una perspectiva claro son los beneficios que se lleva Canadá de la minería
“Hay muchas formas de entender y ver la naturaleza, materialista, la cual asume la naturaleza como un mero extractivista en el territorio, o las plantaciones de palma
pero se ha priorizado solo una, la mercantil”, explica Patri- instrumento de bienestar”, afirma. de aceite que enriquecen a las transnacionales a costa de
cia Balvanera, bióloga del Instituto de Investigaciones en De acuerdo con el estudio que ha codirigido, basado en destruir paisajes”, explica Balvanera, una de las autoras del
Ecosistemas (IIES) de la UNAM y una de las autoras del una revisión de más de 50.000 publicaciones científicas, estudio que desvela cómo una “crisis de valores” sustenta las
trabajo que ha identificado cuatro enfoques “centrados en documentos sobre políticas y diversas fuentes basadas en tantas otras entrelazadas: la pérdida de biodiversidad y el
valores” que pueden fomentar las condiciones necesarias conocimiento de pueblos indígenas y comunidades locales, cambio climático, la aparición de pandemias y las injusticias
para un cambio transformador hacia un futuro más justo y ese continuo predominio de un conjunto limitado de valores socioambientales…
sostenible. ha demostrado ser inadecuado para resolver la doble crisis Para acabar con dicha inequidad y respaldar los valores
La primera perspectiva que propone el estudio consiste en de biodiversidad y del cambio climático. alineados con la sostenibilidad, el cuarto enfoque que
reconocer la diversidad de valores que existen respecto a la Como solución a este declive, el trabajo propone un propone el informe demanda la necesidad de cambiar las
naturaleza. segundo enfoque: incorporar otros principios no mercantiles normas sociales y equilibrar los valores que cimientan
Según sostienen los autores, vivimos en una sociedad en la a la toma de decisiones en todos los sectores. las estructuras sociales, promoviendo principios como el
cuidado, la solidaridad, la responsabilidad, la reciprocidad y
la justicia, tanto hacia las personas como hacia la naturaleza.
“A lo largo de esta evaluación nos dimos cuenta de que el
modo en que se concibe nuestra relación con la naturaleza
determina mucho la forma en que se plantean y se priorizan
las reglas de la sociedad”, destaca Balvanera.
Según explica, las naciones pueden dar preferencia
a valores instrumentales, cuando la naturaleza es
percibida como un activo económico, por ejemplo,
o a otros de tipo sociocultural.
“Aquellos que engloba el concepto Madre Tierra, un
cúmulo de principios que rigen los comportamientos de
ciertas comunidades, y que se reflejan en sus narrativas y
canciones”.
Mientras “unos priorizan ganancias y venden la naturale-
za por 3 pesos, existen poblaciones que defienden su arraigo
al territorio y su conocimiento en torno a él”, defiende la
bióloga.
Son precisamente estos últimos los más desprotegidos y
los más vulnerables a los efectos del cambio climático.
“Los valores en torno a la naturaleza de los pueblos origina-
rios y de las comunidades locales no son considerados. Estos
grupos tampoco participan en la toma de decisiones, a pesar
de que son quienes se llevan el mayor costo de la degradación
ambiental”, sostiene Balvanera.
Si queremos un futuro mejor, concluye, “es urgente cues-
tionar la supremacía del desarrollo económico que gobierna
el mundo para repensar otras formas de bienestar y desa-
rrollo, incidir en la raíz del sistema desde una interacción
humano-naturaleza que nos lleve a rutas mucho más justas
y sostenibles”. (El País, España)
Trabajadores gubernamentales limpian el Lago de Maracaibo, en Venezuela. HENRY CHIRINOS (EFE)