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Latinoamérica unida puede pedir justicia climática
Ante el liderazgo regional en procesos multilaterales y el inicio de nuevos gobiernos como el de la científica Claudia Sheinbaum en México, es momento
de construir una estrategia regional para afrontar dilemas de acción colectiva, como los riesgos climáticos y el financiamiento
POR ALEJANDRA LÓPEZ CARBAJAL Y MARÍA DEL PILAR BUENO RUBIAL
ara las personas que habitamos el subcontinente
de América Latina y el Caribe, no cabe la menor
duda de que el cambio climático está afectando ya a
Pun sinnúmero de comunidades desde México hasta
la Patagonia.
Es también evidente que, al ser nuestra región la más
desigual del planeta, en la medida que el 10% de la pobla-
ción más rica tiene ingresos 12 veces mayores que el 10%
más pobre, hay un porcentaje importante de nuestras
poblaciones que son altamente vulnerables a los efectos
adversos del cambio climático, muchas de las cuales no
tienen la capacidad de adaptarse y están en franca desven-
taja frente a los impactos que se avecinan en años y décadas
por venir.
¿Y está pasando algo al respecto? Sí, de hecho, los gobier-
nos y las comunidades latinoamericanas y caribeñas han
ido fortaleciendo sus servicios y políticas climáticas en los
últimos años.
Por ejemplo, la mitad de los países de la región han
elaborado y presentado ante Naciones Unidas sus respec-
tivos planes y comunicaciones nacionales de adaptación al
cambio climático.
Asimismo, la gran mayoría de países en la región cuenta
con compromisos climáticos con esfuerzos de reducciones
de emisiones de gases de efecto invernadero y de adaptación
a los impactos antes mencionados, aunque, por supuesto,
unos son más ambiciosos y alineados con la ciencia que
otros.
Más aún, como hemos mencionado en ocasiones ante-
riores, Colombia y Brasil se han puesto a la cabeza de las
negociaciones climáticas y de biodiversidad como presi-
dentes entrantes de las Cumbres de Diversidad Biológica
y de Cambio Climático, en 2024 y 2025, respectivamente,
lo cual es relevante a la luz de que América Latina cuenta
con 40% de la biodiversidad mundial y 12% de la superficie
total cultivable. Indígenas participan en una manifestación para exigir medidas contra el cambio climático en Brasil, en 2023.
Brasil también ha asumido la presidencia del Grupo de ANDRESSA ANHOLETE (GETTY IMAGES)
los 20 este año, y ha incluido entre sus prioridades estraté-
gicas la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigual- a las necesidades de los países en desarrollo se encuentra conómica y climática no conoce de derechas e izquierdas.
dad, el desarrollo sostenible y la reforma de la gobernanza entre 194.000 y 366.000 millones de dólares anuales y los La justicia climática que hoy reclaman las poblaciones
mundial. costos y necesidades de adaptación son entre 10 y 18 veces más vulnerables -que ya están siendo desplazadas- y las
América Latina y el Caribe hacen estos esfuerzos para superiores a los flujos actuales. generaciones más jóvenes que heredarán los resultados
reducir los impactos del cambio climático y sostener un Al tiempo que la necesidad media anual de adaptación de de nuestra acción -o de nuestra inacción-, hoy se unen a
liderazgo proactivo y, sin embargo, es la región que menos los países de América Latina y el Caribe es —al menos— de las luchas históricas de los pueblos originarios de nuestra
financiamiento climático recibe (Asia 36 %, África 29 %, 51.000 mil millones de dólares para 2030. América por el saqueo de sus recursos, y redundan en una
América Latina y el Caribe 10 %). La Cepal ha calculado que para cumplir con sus compro- “estructura contemporánea del despojo”, como afirmaba
Del total de financiamiento climático que los países desa- misos climáticos, los países de la región requieren una Galeano, que no opera como articulador de posiciones polí-
rrollados dicen proveer al conjunto del mundo en desarrollo, inversión de entre 3,7 % y 4,9 % del PIB regional por año ticas.
55% son préstamos que continúan perpetuando ciclos de hasta 2030. Ante el liderazgo regional en procesos multilaterales y el
endeudamiento y sólo 28% responde a adaptación, es decir, Dado que a 2020 el financiamiento está dado por el 0,5 % inicio de nuevas gestiones gubernamentales, entre ellas la
32.400 millones de dólares sobre 115.900 millones. del PIB regional, cerrar la brecha de financiamiento climá- de la científica Claudia Sheinbaum, que tiene una obliga-
Esto para nuestra región exacerba el hecho de que en 2020 tico requiere aumentar la movilización entre 7 y 10 veces. ción clara de ejercer un nuevo papel protagónico y progre-
la deuda pública superó el 70% del PIB regional, tendencia América Latina y el Caribe ha logrado, en contadas sista en México, es momento de construir una visión y una
que no ha dejado de incrementar desde la crisis financiera ocasiones, tener una voz común para defender sus necesi- estrategia regional común para afrontar dilemas de acción
mundial y, el financiamiento climático, que debería apoyar dades y prioridades en foros internacionales. colectiva, como los riesgos climáticos transfronterizos, y el
a nuestros países a tener mejores prospecciones de desarro- Sin embargo, el péndulo político hacia la izquierda y la financiamiento insuficiente.
llo y de atender esta crisis, en realidad está profundizando derecha y las afinidades personales de presidentes y minis- Las construcciones conjuntas pueden ayudar a remediar
la insostenibilidad de los esquemas de deuda. tros en muchos casos han prevalecido frente a un escenario el incremento del malestar social y económico con el ansiado
Mientras tanto, las necesidades de adaptación y sus que año tras año se recrudece: mayores impactos y menor desarrollo que se ha hecho esperar para un conjunto mayo-
costos se siguen incrementando, en tanto la ambición acceso a financiamiento adecuado y justo. ritario de las comunidades, a lo que se añade la recurrencia
climática de mitigación es insuficiente. Es de suma importancia traer a la lógica del realismo del olvido. (El País, España)
La brecha de financiamiento para adaptación conforme político, la cruda realidad de que la vulnerabilidad socioe-