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         NO TENER HIJOS PARA                                                                                basada en plantas, un total de 0,8 toneladas de CO2 al año”.


                                                                                                              El estudio agregaba cifras comparativas de este tipo: “Una
                                                                                                            familia de Estados Unidos que elige tener un hijo menos,
         NO CONTRIBUIR A LA                                                                                 proporcionaría el mismo nivel de reducción de emisiones que
                                                                                                            684 adolescentes que deciden practicar el reciclaje integral el
                                                                                                            resto de sus vidas”.
                                                                                                              Justamente,  el  informe  concluía  que,  en  lugar  de  estar
         DEBACLE AMBIENTAL                                                                                  poniendo la atención en acciones menores que han sido las
                                                                                                            más expandidas, como apagar la luz que no se está usando
                                                                                                            en casa, reciclar o tomar duchas de tres minutos, los libros de
                                                                                                            énfasis en estas cuatro acciones que, según estas cifras, trae-
        Así lo hemos decidido mi pareja y yo, pero nos queda claro que esta es una                          ciencias de los estudiantes jóvenes deberían estar poniendo
                                                                                                            rían impactos considerables.
        decisión personal, que es un privilegio y que pone el foco en el individuo,                           ¡Muy bien! Tenía mi cifra avalada por la ciencia de la poten-
        cuando deberíamos ponerlo en el capitalismo y las empresas                                          cial  cantidad  de  CO2  que  le  ahorraríamos  al  planeta  con
                                                                                                            nuestra decisión de no tener un bebé.
                                                                                                              Pero la pregunta que me surgió inmediatamente me pareció
                                      POR ANGÉLICA MARÍA GALLÓN SALAZAR                                     más compleja de resolver.
                                                                                                              Si pensáramos en expandir más esta idea, ¿podrían las
                                                                                                            mujeres en todo el mundo decidir sobre sus cuerpos como yo
                  i  esposo  y  yo  hemos  decidido  no  tener  hijos.  haciendo algo realmente coherente y relevante por esta tierra   estaba decidiendo sobre el mío?
                  Ninguno de los dos siente ese llamado a trascen-  que amamos tanto.                         “Decidir qué hacer con el cuerpo es algo que está profunda-
                  der específicamente heredándole nuestros genes   Como lo dicen tan claramente los movimientos feministas,  mente atravesado por estructuras de poder. Decidir qué hacer
        My nuestras memorias a un nuevo y pequeñito ser   lo personal siempre termina siendo político.      con el cuerpo es, en realidad, algo que pueden hacer muy pocas
        humano.                                             Pero…¿Era cierto entonces que podría haber una ruta para   mujeres, y eso incluye la decisión de tener hijos o no”, me
          Pero, además, esta es una decisión que fuertemente se   desacelerar un poco la catástrofe ambiental si más mujeres   dijo contundentemente Diana Ojeda, profesora asociada del
        alinea con una cierta pesadumbre que compartimos sobre el   como yo, más parejas, dejaban de tener hijos, o al menos deci-  CIDER, de la Universidad de los Andes en Colombia y coautora
        estado del planeta en el que vivimos.             dían tener uno menos? ¿Podía seguir creyendo que no traer un   del paper Enfrentando el poblacionismo: desafíos feministas
          Una perspectiva más bien pesimista sobre la vida que va a   bebé a este mundo nos hacía un poquito más respetuosos de él   para el control de la población en una era de cambio climático.
        ser posible en esta Tierra que le dejaríamos a esa nueva gene-  y de sus necesidades?                 La idea, ingenua, que muchas veces se me había pasado por
        ración.                                             Una  primera  búsqueda  entre  investigaciones  científicas   la cabeza de hacer más militancia y convencer a cada vez más
          Una debacle que, a pesar de nuestros propios ánimos acti-  parecía confirmar que sí.              mujeres y parejas de no tener hijos para ayudar a este planeta
        vistas y combativos, no vemos que tenga ya remedio y que, en   Un popular informe titulado ‘La brecha de mitigación climá-  partía sin duda de mis propios privilegios, unos que me hacían
        su estado de deterioro imparable, nos generaría mucho sufri-  tica: la educación y las recomendaciones gubernamentales   creer falsamente que todas las mujeres y las parejas cuentan
        miento y angustia dejarle a ese nuevo ser al que le diéramos   pasan por alto las acciones individuales más efectivas’, publi-  con los mismos recursos y libertades con las que contamos mi
        vida.  En nuestras charlas de almohada o mientras cenamos,  cado en 2017, por Seth Wynes y Kimberly A Nicholas, conside-  esposo y yo.
        nos  hemos  cuestionado  si  hace  sentido,  en  un  mundo  tan   ró una amplia gama de decisiones individuales sobre estilos de   La realidad es evidentemente muy diferente.
        poblado, -según la ONU, para 2050 seremos 9.700 millones de   vida y calculó su potencial para reducir las emisiones de gases   “Hay razones materiales como la falta de educación sexual, o
        seres humanos-, y con recursos tan agotados, seguir con algo   de efecto invernadero en los países desarrollados.   de acceso a anticonceptivos efectivos detrás de que millones de
        que a estas alturas nos parece más bien un mandato al que,   Tras el análisis, los científicos recomendaron cuatro acciones   personas empobrecidas, racializadas, marginalizadas, estén
        al menos, deberíamos atrevernos a hacerle preguntas. ¿De   de alto impacto y con capacidad de reducir sustancialmente las   despojadas de ese poder decidir si tener hijes o no”, continuó
        verdad tenemos que seguir teniendo hijos?         emisiones personales por año. La primera, efectivamente, era   Diana Ojeda, quien me hizo ver que el problema iba incluso
          Esta es una columna personal, porque esa, la decisión de   no tener hijos o tener uno menos.      más allá.
        tener hijos o no, es y debería seguir siendo una decisión perso-  “Tener un hijo menos significaría una reducción en promedio   Va también más allá de lo material. En muchos lugares del
        nal.                                              para los países desarrollados de 58,6 toneladas de emisiones   mundo, las mujeres siguen siendo meros úteros, su valor está
          Sin embargo, no sería honesta si no confesara que por   de CO2 al año. Vivir sin un carro, reduciría 24 toneladas de   reducido a ser naves en donde van bebés.
        mucho tiempo alimenté esa decisión tomada amorosamente   carbono. Evitar viajes trasatlánticos en avión, 1,6 toneladas   Para esas mujeres es mucho más riesgoso si quiera cuestio-
        junto a mi pareja con la fantasía de que además, así estábamos   de CO2 por viaje ida y vuelta y, finalmente, tener una dieta   nar la posibilidad de ser madres, porque a veces su propia vida
                                                                                                            depende de eso.  Ni hablar de la cantidad de mujeres que son
                                                                                                            violadas en el mundo (15 millones de niñas adolescentes entre
                                                                                                            15 y 19 años han experimentado relaciones sexuales forzadas
                                                                                                            en todo el mundo).
                                                                                                              En realidad, ni siquiera desde nuestro privilegio podemos
                                                                                                            decidir del todo sobre nuestros cuerpos, siempre supeditados
                                                                                                            a una industria farmacéutica que no es transparente con las
                                                                                                            mujeres y que, por ejemplo, a muchas las enferma a costo de
                                                                                                            prevenir quedar en embarazo.
                                                                                                              Mi idea de no tener hijos para no contribuir con la crisis
                                                                                                            ambiental era correcta, porque correcta debería ser cualquier
                                                                                                            decisión libre que tomemos sobre nuestro cuerpo, porque como
                                                                                                            tan bien lo promulgan los feminismos, no hay justicia ambien-
                                                                                                            tal sin justicia social y reproductiva.
                                                                                                              Sin embargo, si esta idea de no tener hijos que no solo se me
                                                                                                            ha ocurrido a mí y a mi esposo, sino que lentamente empieza
                                                                                                            a ganar adeptos y líderes pop que manifiestan públicamente
                                                                                                            su deseo de no ser madres o padres, escalara al punto de ser
                                                                                                            atractiva a nivel de estamentos políticos, todo podría ser muy
                                                                                                            problemático.
                                                                                                              La idea de reducir la población global hace parte de impor-
                                                                                                            tantes corrientes de pensamiento que ya desde el Siglo XVIII
                                                                                                            con el “primer demógrafo” de la historia, Thomas Malthus, se
                                                                                                            preguntaba por las formas cómo se iba a alimentar a tanta
                                                                                                            gente, considerando que el problema era la gente, -que crecía
                                                                                                            exponencialmente, mientras que la agricultura lo hacía arit-
        En noviembre de 2017, un padre camina con sus hijas cargando cubetas de agua por la carretera Transamazónica, en el   méticamente-, y no que el problema era cómo se distribuye y se
        Estado de Pará (Brasil). RICARDO FUNARI (BRAZIL PHOTOS) (GETTY IMAGES)                              da el acceso a esa comida.
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