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‘Aún estoy aquí’: la
importancia de no olvidar
Es una película que deberían proyectarse en las escuelas, para que los
jóvenes mediten sobre que está en juego cuando el terror lo ejerce el gobierno
Gina Montaner
IDIOMA ace casi 30 años, Walter Salles nos rondan las calles y cachean a la juventud en la
deslumbró con el filme Estación Central guerra sin tregua contra las acciones de la guerri-
Gravamen no lleva tilde H lo ha vuelto a hacer con su nueva pelí- lla de extrema izquierda. En ese entonces, llevar
de Brasil. El director de cine brasileño
melena larga podía ser un elemento subversivo.
cula, Aún estoy aquí, que el domingo, en la noche El matrimonio Paiva, Marcelo y Eunice, se preo-
El término gravamen se escribe sin tilde por ser una palabra de los Óscar llegó como una de las favoritas en cupa cuando sus hijos salen y, por el compromiso
llana que termina en -n, aunque sí la lleva el plural gravá- las categorías de Mejor Película Internacional y político del padre, cualquier movimiento puede
menes. Mejor Actriz Principal, y se quedó con el primero ser un paso en falso.
No obstante, pueden encontrarse frases como estas en al- de estos dos galardones. De un momento a otro, esa existencia vulne-
gunos medios de comunicación: «No prevé aumentar el A Salles le interesa incursionar en la memoria rable pero feliz se quiebra en mil pedazos: unos
gravámen aplicado a determinados alimentos», «Sorpren- colectiva y también en la propia memoria de su sujetos vestidos de civil irrumpen en el hogar de
dió con la idea de un gravámen a las grandes fortunas» y cine; por eso, si en 1998 tuvo como protagonis- los Paiva y se llevan al cabeza de familia a unos
«Una semana después subió el gravámen a las exportacio- ta a la actriz Fernanda Montenegro, una de las de los temidos centros de detención de donde era
nes de acero y aluminio». grandes del cine brasileño, en una historia con difícil salir indemne. Es entonces cuando Salles
Gravamen es una palabra llana o grave terminada en -n y, profundo calado social, en 2024 el personaje prin- –que sigue el hilo conductor del libro de memorias
de acuerdo con las normas ortográficas del español, no lle- cipal de Aún estoy aquí lo interpreta la hija de que el hijo de Paiva escribió sobre este traumá-
va tilde. La escritura inadecuada de la tilde puede deberse Montenegro, Fernanda Torres, digna heredera tico episodio– se centra en la figura de la esposa,
a que su plural, gravámenes, es una voz esdrújula que sí la del buen arte de su madre. Eunice, convertida de la noche a la mañana en la
lleva, al igual que ocurre con joven/jóvenes, imagen/imáge- Su nueva película se sitúa en los años 70, figura de autoridad de un núcleo que de pronto
nes, examen/exámenes u origen/orígenes, entre otras. cuando la dictadura militar arreciaba en el país se ve indefenso. Es, también, la evolución de esta
Por lo tanto, en los ejemplos citados, lo adecuado habría si- bajo la bota de Humberto de Alencar Castelo mujer, hasta entonces volcada en criar a sus hijos.
do «No prevé aumentar el gravamen aplicado a determina- Branco después del golpe de Estado perpetrado Ella no solo defiende a su prole de la barbarie
dos alimentos», «Sorprendió con la idea de un gravamen a en 1964. La dictadura se prolongó hasta 1985 y, institucional, pero también enarbola la causa de
las grandes fortunas» y «Una semana después subió el gra- en el transcurso de gobiernos sucesivos con mano su esposo, cuya desaparición se eternizó (los mili-
vamen a las exportaciones de acero y aluminio». de hierro, hubo cientos de desaparecidos, tortu- tares llegaron a negar que lo habían detenido a la
rados y persecución a la libertad de prensa. En fuerza), hasta que en 1996 el gobierno acabó por
suma, fueron años de terrorismo de Estado en reconocer que Paiva había muerto en cautiverio.
nombre de la cruzada anticomunista, antiguerri- Y no fue hasta 2014 cuando Eunice, para enton-
lla y, sobre todo, con el ánimo de aplastar toda ces una abogada especializada en los derechos de
manifestación de autonomía que contraviniera el los indígenas en la Amazonia, recibió el certifica-
ideario fascista nacionalista de la cúpula militar. do de defunción de su compañero de vida.
El gran valor de Aún estoy aquí, además de su ¿Es Aún estoy aquí una película más sobre
mérito artístico, es el afán de Salles de rescatar la los desaparecidos bajo las dictaduras militares
memoria histórica del empeño de un sector de la en América Latina? Podemos mencionar filmes
sociedad en instalar la desmemoria; fueron años notables como las argentinas La historia oficial
tenebrosos en los que cualquier persona “sospe- y Argentina 1985, o la americana Desaparecido,
chosa” podía acabar en calabozos con interroga- sobre un periodista estadounidense que formó
torios al margen de la ley y, si no sobrevivía a parte de los desaparecidos en Chile bajo Pinochet.
la macabra odisea, dar con sus restos en fosas La cinta de Salles refuerza la importancia, como
DATA DE LA HISTORIA comunes. Así se acumularon los desaparecidos, asegura el cineasta brasileño, de no “perder la
a quienes sus seres queridos ni siquiera podían memoria colectiva”. Lo mismo puede decirse de la
1447 Nicolás V asume como papá.
1714 se firma el tratado de paz que pone fin a las luchas entre llorar porque no había nada oficial que atestigüe extensa filmografía sobre el Holocausto. Nunca
Francia y Austria en la Guerra de Sucesión española. que fallecieron en manos de sus verdugos. es suficiente para reiterar el mensaje de “Nunca
1728 en Madrid se firma el Convenio de El Pardo, que significa el Lo más demoledor del filme es que no es una Jamás”.
fracaso de la alianza española con Austria y la aceptación, de historia inventada, ya que está inspirado en Aún estoy aquí es una de esas películas que
nuevo, del Tratado de Utrecht. la desaparición, en 1971, del exdiputado del deberían proyectarse en las escuelas, para que
1788 llega a la isla Norfolk (a 1400 km al este de Australia) el Partido Laborista Rubens Paiva, quien mante- los jóvenes, a veces ajenos a sucesos barbáricos
grupo de barcos británicos denominados Primera Flota, para nía vínculos con exiliados de izquierdas. Salles, no tan lejanos, mediten sobre lo que está en juego
fundar una colonia penal. que en su juventud conoció a la familia Paiva, cuando el terror lo ejerce el gobierno. ¿Quién iba
1812 en la Venezuela actual, las fuerzas del capitán español Do- primero nos presenta a la familia, compues- a decirnos que, en Estados Unidos, hace tan solo
mingo de Monteverde toman Caracas. ta por el político, su esposa Eunice y sus cinco unos días, en un cónclave de figuras internacio-
1836 en Texas termina el sitio de El Álamo, cercado por 1400 hijos en un entorno de clase media alta en Río nales de la ultraderecha, lanzarían discursos de
soldados mexicanos. de Janeiro. El clan Paiva es vibrante y su casa es odio con el brazo alzado emulando el saludo nazi?
Acontecimiento centro de reunión de periodistas, profesionales, Cuánto les gustaría a los extremistas que olvidá-
1521 en el océano Pacífico, el navegante portugués Fernando artistas; los hijos, cuatro chicas y un chico, son ramos los horrores del fascismo o el comunismo.
de Magallanes arriba a la isla de Guam. alegres y compaginan el colegio con el ocio. Pero Aún estoy aquí es una vacuna contra ese olvido al
en el ambiente luminoso de las playas cariocas, que no podemos sucumbir.
se siente la presencia de soldados armados que Artículo publicado originalmente en La Nación