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¿EXISTE EL VERDADERO ALTRUISMO? altruista incluso cuando aumentó el requerimiento
Además, los machos continuaron teniendo conducta
LOS SECRETOS DE LA NATURALEZA (hasta seis incursiones en el agujero) para obtener la
comida. Las hembras también la mantuvieron, aunque
PARA HACERNOS MENOS EGOÍSTAS algo menos.
Con todo, lo que más llamó la atención de los investi-
gadores fue que la elección altruista de los ratones conti-
nuó cuando la comida suministrada iba solo al receptor
Un estudio con ratones revela que el comportamiento altruista no es y no al actor, lo que significa que la comida no era nece-
sariamente la motivación del actor, pues había algo más.
innato, sino aprendido por la experiencia Y si el ratón receptor no estaba previamente privado
de comida, la elección altruista del ratón actor también
disminuyó, como si su objetivo, permítaseme decirlo,
POR IGNACIO MORGADO BERNAL nariz en dos agujeros diferentes. Cuando lo hacía en fuera alimentar al hambriento. Una motivación social,
uno de ellos recibía una dosis de comida él solo (elección en definitiva.
ara el común de los mortales, el altruismo es egoísta). Esos resultados también indicaron que el compor-
un comportamiento que implica algún tipo de Cuando lo hacía en el otro agujero, tanto él como otro tamiento altruista de los ratones no era innato, sino
cesión o sacrificio personal en beneficio de otros, ratón (receptor), al que podía observar a través de la aprendido por la experiencia, es decir, por aprendizaje
Psin esperar nada a cambio; algo que parece mampara en el compartimento adyacente, recibían una reforzado (condicionamiento operante, en el lenguaje de
contradecir las ideas darwinianas del egoísmo y la selec- dosis de comida (elección altruista). la psicología experimental), por lo que los investigadores
ción de los más fuertes como motores de la supervivencia O pido comida solo para mí, o la pido para los dos, acabaron preguntándose si ese comportamiento, social-
y la evolución. podríamos decir, tratando de indagar en la mente y mente recompensado, era o no un verdadero altruismo.
Los biólogos, por tanto, intentan explicar el altruismo conducta del ratón actor. En realidad, nosotros los humanos también resulta-
considerando que tiene lugar sobre todo en el seno de Con los sucesivos ensayos y siempre que había un mos socialmente recompensados cuando, por ejemplo,
las familias, donde el sacrificio de un pariente (cediendo, ratón receptor al otro lado de la mampara los ratones damos dinero a un pobre o cedemos el asiento a una
por ejemplo, un riñón) ayuda a la supervivencia de otro actores desarrollaron una fuerte preferencia por una de persona mayor.
miembro de la misma familia. las dos opciones, altruista o egoísta. Altruismo y corteza cerebral
Otra explicación es el altruismo recíproco, es decir, Los ratones machos mostraron mayoritariamente una Por otro lado, como los estudios con resonancia magné-
hoy por ti, mañana por mí. Te doy el dinero que necesitas preferencia altruista, mientras que los ratones hembras tica funcional han mostrado que cuando los humanos
esperando que tú hagas lo mismo conmigo cuando yo lo tuvieron un comportamiento altruista o egoísta al 50%. tomamos decisiones altruistas pueden activarse zonas
necesite. Pero todas esas preferencias perdieron fuerza, es de nuestro cerebro como la corteza prefrontal o la amíg-
Pero la conducta que beneficia al otro sin que haya decir, dejaron de desarrollarse cuando al otro lado de dala, los investigadores italianos estudiaron también si
reciprocidad es más difícil de explicar. ¿Acaso siempre la mampara en lugar de otro ratón lo que había era un algo parecido podía ocurrir en el cerebro de los ratones.
hay algún tipo de reciprocidad oculta y, en realidad, un objeto inanimado, o cuando entre ambos compartimen- Efectivamente, así fue, pues mediante modernas técni-
verdadero altruismo, tal como solemos definirlo, no tos se interponía una barrera opaca. cas de registro observaron que las elecciones altruistas
existe? Sorprendentemente, todo eso parecía indicar que de los ratones se acompañaban de un aumento de la acti-
Tratando de hallar la respuesta a ese interrogante, un la conducta preferente de los ratones actores, fuera vidad de las neuronas de su amígdala basolateral, cosa
equipo de investigadores de la Universidad de Milán y egoísmo o altruismo, era motivada por razones sociales, que no ocurría cuando las elecciones eran egoístas.
otros centros de investigación italianos han llevado a es decir, por la presencia de otro ratón, pero no de un Además, la supresión de esa actividad en la
cabo un extenso trabajo de exploración de la conducta objeto, en el compartimento adyacente. amígdala de los ratones mediante técnicas
y el cerebro altruista en ratones, mamíferos como noso- Pero esa no fue la única sorpresa, porque también se quimiogenéticas redujo las elecciones altruistas
tros, con resultados tan llamativos como interesantes, observó que la elección altruista (comida para ambos cuando los ratones estaban adquiriendo una
recientemente publicados en Nature Neuroscience. ratones) fue mayor cuando el ratón receptor era familiar preferencia, es decir, durante el tiempo de
Su escenario experimental consistía en dos comparti- y había estado en contacto con el ratón actor antes del aprendizaje.
mentos adyacentes separados por una mampara trans- experimento. Parecía, en definitiva, que el aumento de actividad de
parente. El contacto social, por tanto, desarrolló la conducta las neuronas de la amígdala podría ser el responsable
En uno de ellos un ratón (actor) podía introducir su altruista de los ratones. del establecimiento de las preferencias altruistas de los
ratones.
Si así fuera, ¿cómo esas neuronas lo consiguen?
Al parecer, actuando sobre la corteza cerebral, pues
cuando los investigadores inhibieron la actividad de las
neuronas que proyectan desde la amígdala a la corteza
cerebral prelímbica de los ratones, cayeron las preferen-
cias y disminuyeron las elecciones altruistas.
En contraste, la inhibición de las neuronas contrarias,
las que van de la corteza cerebral a la amígdala, incre-
mentó el número de elecciones altruistas en los ratones
actores, como si la corteza cerebral dijera al ratón:
“Seamos altruistas, que eso es bueno”.
Muchos de los resultados obtenidos por los investi-
gadores italianos son susceptibles de interpretaciones
diversas y alternativas, pero si los extrapolamos a noso-
tros los humanos (con un cerebro también de mamífero,
aunque más evolucionado que el de los ratones), dejan
entrever al menos dos cosas importantes.
Una es que todo comportamiento altruista (o aparen-
temente altruista) podría ocultar alguna gratificación o
recompensa de carácter emocional (cuando somos gene-
rosos, nos sentimos mejores personas) o social (cuando
los demás perciben nuestra generosidad, nos valoran
más).
La otra conclusión es que ese tipo de conducta resulta
siempre, como era de esperar, de una interacción entre
las regiones emocionales (amígdala) y las regiones
racionales (corteza) del cerebro. (El País, España)
Un hombre ayuda a otro mientras hacen senderismo.NATHANAEL KIEFER (GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO)