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ANTE LA PRESIÓN, RESILIENCIA.
América Latina necesita recalibrar

su paradigma de desarrollo

Durante mucho tiempo, el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe asumía una línea ascendente: escapar de la pobreza
como consecuencia del crecimiento económico desembocaría en la incorporación de una clase media estable.

l impulso del desarrollo humano en América Latina y RECALIBRANDO EL FUTURO DEL DESARROLLO
el Caribe enfrenta un enorme desafío. Tras décadas de Michelle Muschett | Almudena Fernández ¿Qué hacer ante esta triple presión? La propuesta gira en
avances en salud, educación y reducción de la pobreza, la torno a un marco de acción basado en tres pilares: instrumen-
Eregión enfrenta una paradoja inquietante: los progresos tos para gestionar la incertidumbre, instituciones que abracen
han sido notables, sí, pero frágiles y desiguales; y hoy se ven amena- resiliencia debe dejar de ser un resultado deseable para convertirse la complejidad e infraestructuras que activen el potencial de
zados por una combinación de problemas estructurales, incerti- en el principio organizador del desarrollo. las comunidades. Esta tríada —instrumentos, instituciones,
dumbre y múltiples crisis que se retroalimentan y reproducen sus TRES FUERZAS EN TENSIÓN, UN MISMO DESAFÍO infraestructuras— conforma el nuevo “pacto de resiliencia”.
efectos. Ante este escenario, insistir en seguir las recetas del pasado Identificamos tres grandes fuerzas que están tensionando el desa- En términos prácticos, esto implica: ampliar los sistemas de
no es una opción. El desarrollo debe replantearse con la resiliencia rrollo: la acelerada evolución de tecnologías emergentes, la fragmen- protección social más allá de las personas en situación de pobreza
como eje y dirección. tación social y la intensificación de los desastres climáticos. Aunque reconocida oficialmente, garantizar una presencia estatal soste-
Durante mucho tiempo, el modelo de desarrollo de América Latina distintas, comparten una condición: se retroalimentan entre sí. La nida en todo el territorio y apostar por infraestructuras —digita-
y el Caribe asumía una línea ascendente: escapar de la pobreza transformación digital, por ejemplo, ha ampliado el acceso a infor- les, físicas y ecológicas— que no solo resistan las crisis, sino que
como consecuencia del crecimiento económico desembocaría en la mación y servicios, pero también ha profundizado desigualdades, ha promuevan inclusión y equidad.
incorporación de una clase media estable. Pero la realidad no ha sido precarizado el empleo a través del trabajo en plataformas sin protec- Recalibrar el desarrollo en América Latina también exige
lineal. Hoy, el 31% de la población en la región habita una zona gris ción social y ha debilitado la cohesión social a través de la desinfor- compromiso político para dejar atrás las recetas simplistas y
de vulnerabilidad socioeconómica: no está en condiciones de pobreza, mación y la polarización política. América Latina y el Caribe es la asumir la complejidad del momento. La región necesita institu-
pero tampoco está protegida. Basta una crisis —sanitaria, climática región del mundo con mayor consumo de redes sociales: más de tres ciones ágiles, capaces de anticipar riesgos y articular respues-
o política— para hacerla retroceder. En otras palabras, en América horas y media diarias, en promedio. Este hiperconsumo digital tiene tas multisectoriales. Requiere invertir con decisión en capital
Latina y el Caribe, salir de la pobreza ha sido posible para muchos, costos psicosociales —ansiedad, depresión, aislamiento— especial- humano —especialmente en habilidades digitales y climáticas—
pero también —y con mucha frecuencia— volver a caer. mente entre jóvenes. Además, en contextos de baja alfabetización y, sobre todo, renovar su narrativa de desarrollo: el desarrollo
Más de la mitad de su población carece de mecanismos adecua- digital, las noticias falsas se propagan con facilidad, minando la humano sin incorporar la resiliencia ya no es viable.
dos para enfrentar un evento adverso moderado sin ver afectado su confianza en las instituciones y el debate democrático. El segundo RESILIENCIA COMO POSIBILIDAD
bienestar y comprometido su futuro. En un contexto donde la incer- gran factor de presión es la fragmentación social. La desconfianza La resiliencia no es resistencia, no es aguante. Es posibilidad.
tidumbre está creciendo y las crisis son cada vez más frecuentes, crece, tanto hacia las instituciones como entre los propios ciudada- No se trata de blindarnos contra todo riesgo, sino de asegurar
intensas e interconectadas, parte de la población vive en estado de nos. “Los otros” —los que piensan distinto, los que gobiernan, los que que, cuando las crisis lleguen —porque llegarán—, tengamos la
inseguridad o alarma que son incompatibles con la libertad. no son parte del círculo inmediato— generan cada vez más recelo. A capacidad colectiva de adaptarnos y reconstruir sin retroceder en
La resiliencia, en cambio, entendida como la capacidad de preve- medida que la confianza en los gobiernos se erosiona, los lazos más derechos ni libertades. En un mundo de shocks interconectados,
nir, sobrellevar y recuperarse de las crisis sin sacrificar libertades ni cercanos —la familia, los amigos, la comunidad inmediata— se el desarrollo no puede limitarse solo a planificar cómo mejorar
dignidad, es precondición para la esperanza al ampliar la agencia convierten en la principal red de protección. Pero cuando esa confian- el crecimiento económico y redistribuirlo; tiene que pensarse
de los individuos, es decir, su capacidad de tomar acción y perseguir za selectiva convive con una desconfianza generalizada, el terreno también en términos de proteger avances y evitar retrocesos.
los objetivos de vida que valoran. Es, por tanto, parte esencial del queda abonado para la expresión de antagonismo entre grupos socia- Esto tiene que ver con la capacidad de las personas para tomar
desarrollo humano. les y, por lo tanto, una creciente dificultad para resolver problemas decisiones sobre sus vidas, incluso —y sobre todo— en tiempos
UN PRESENTE INCIERTO, UN FUTURO POR ESCRIBIR comunes. El avance del crimen organizado en la región corre en gran difíciles.
Las cifras son elocuentes. El crecimiento del Índice de Desarrollo medida también por estas fracturas. El desafío está planteado. América Latina y el Caribe está bajo
Humano (IDH) se redujo de 0,7% anual entre 1990 y 2015, a apenas La tercera amenaza, quizás la más visible, es la climática. La presión. Pero también está ante una oportunidad: recalibrar el
0,2% desde la pandemia. La incertidumbre, medida por indicadores región vive los cinco años más calurosos de su historia, ha triplicado rumbo del desarrollo con la resiliencia como resorte. Porque sin
globales, se ha duplicado en la región solo en el último año, muy por la frecuencia de eventos extremos desde 1960 y enfrenta pérdidas ella, todo avance es reversible. Con ella, incluso los golpes más
encima del promedio mundial. Y las amenazas ya no son puntuales: millonarias por productividad laboral afectada por el calor. Entre duros pueden convertirse en una oportunidad para rebotar y
se superponen, interactúan y se potencian. Desde la emergencia 2002 y 2023, los incendios forestales arrasaron casi 400 millones seguir avanzando.
climática hasta ciberataques, pasando por la fragmentación social y de hectáreas, una superficie equivalente a la suma de Argentina y Este artículo presenta un avance del Informe Regional sobre
el crimen organizado, América Latina y el Caribe enfrenta amena- Chile. Lo más alarmante: los países con menor IDH son también los Desarrollo Humano 2025, titulado “Bajo presión: Recalibrando
zas sistémicas que desbordan cualquier manual tradicional de polí- más vulnerables a los impactos climáticos; los mejor posicionados, el futuro del desarrollo”, elaborado por el Programa de las Nacio-
tica pública. aunque más adaptables, también se encuentran considerablemen- nes Unidas para el Desarrollo (PNUD) en América Latina y el
Esta era de la incertidumbre exige un cambio de paradigma. La te expuestos. Caribe.
¿QUÉ SE CELEBRA HOY?
Día Mundial contra el Trabajo Infantil

El Día Mundial contra el Trabajo Infantil se celebra quiere conmemorar el 25 aniversario del Convenio
el 12 de junio, con el objetivo de denunciar la explo- 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo
tación infantil que se lleva a cabo en muchos países infantil (1999), que en 2020 se convirtió en el
del mundo, donde se obliga a los niños a trabajar, primer Convenio de la OIT ratificado universalmen-
negándoles todo derecho a la educación, la salud y te. También piden a todos los países que aún no
una vida plena que le permita su desarrollo y bien- hayan ratificado otro convenio importantísimo que
estar integral. lo hagan. Se trata del convenio 138 sobre la edad
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) mínima de admisión al trabajo (1973).