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Palestina: el mal crónico de
la esperanza
Por: LUZ GÓMEZ
a esperanza es la fuerza indómita del débil, soste- fondo en ampliar la colonización de Cisjordania y conver-
nía Mahmud Darwish, el gran poeta palestino tir la franja de Gaza en un espacio de des-desarrollo, en
considerado la conciencia de su pueblo. Para expresión de la especialista en economía política Sara Roy,
Llos palestinos, la esperanza, el último mal de la acciones ambas que han ahondado la inviabilidad de cual-
caja de Pandora, no es la prolongación nietzscheana del quier proyecto de Estado palestino soberano.
tormento: no puede serlo porque las formas de despose- El discurso occidental tiende a convertir a los palesti-
sión material, limpieza étnica y humillación sufridas en nos y palestinas en sombras, en fantasmas amenazantes
el último siglo han sido de por sí un tormento insoporta- que ahora deambulan por una Gaza asolada, en seres
ble. El año que ahora se cumple de guerra contra Gaza ha cuya capacidad propositiva ni se imagina. A sus líderes
mostrado que no hay límite para el mal y su perpetuación; se los señala buenos o malos con el dedo —los de Fatah
también que el nihilismo en que Israel quiere precipitar a sí, los de Hamás no; Autoridad Nacional sí, Organización
los palestinos es otra forma de colonización, pues impide para la Liberación de Palestina no— y a los primeros
la organización colectiva necesaria para hacer frente a la se les concede el derecho a subirse a algunas tribunas y
opresión. lanzar algunos discursos. Mientras, las fronteras políti-
En Palestina, pensar con esperanza es un acto revolu- cas de Palestina/Israel se siguen sometiendo a continua
cionario; obrar para que se cumpla es un deber. Es algo reformulación: primero fueron las de 1947, luego las de
que se materializa en el sumud, la legendaria resiliencia 1948, las de 1967, las de 1993, las de 2004. Para el primer
palestina simbolizada por Handala, la figurilla de un ministro israelí, Benjamin Netanyahu, están borradas
chaval de apenas diez años, siempre de espaldas, creada todas desde siempre, nunca ha ocultado que su fin último
por el dibujante Nayi Al Ali en los años sesenta. A Handala es culminar la Nakba que, según los ultranacionalistas
no se le ve la cara pero se sabe cuándo grita, escribe, dibuja, israelíes, quedó incompleta en 1948, de ahí que a la guerra
pica piedra, entierra, abraza, llora, siembra, cocina o cose, de Gaza la haya llamado una “segunda guerra de Inde-
la vida de cualquier palestino. Una vida radicalmente pendencia”, y que en su reciente discurso en las Naciones
distinta de la de un israelí, porque el palestino, desde Unidas haya enarbolado unos mapas en los que la fron-
que nace, reclama En ello reside el fondo de la cuestión tera de Israel se adentra en el Líbano hasta el río Litani.
palestina. Y su futuro. La justicia estuvo ausente de la En manos sionistas, las fronteras de la “Tierra de Israel”
Resolución 181 de Naciones Unidas que en 1947 aprobó siempre han sido elásticas, saltan por encima de montes,
la partición de la Palestina bajo mandato británico en valles, ríos y mares. En las de Netanyahu, más que nunca.
dos Estados, uno judío y otro árabe. Cuenta el historia- En Israel también hay sectores, minoritarios, que
dor israelí Evyatar Friesel a propósito de las actas de los sueñan con un futuro compartido con los palestinos. Son
debates previos en las Naciones Unidas que, al contrario pocos, valientes, pero carecen de articulación o influen-
de lo que luego ha establecido una narrativa sin contras- cia política. Para que puedan salir a la superficie e influir,
tar, las consideraciones de las deliberaciones para la crea- hace falta asimismo un recambio generacional, la reti-
ción de un Estado judío no fueron morales, resultado de rada de la vieja guardia sionista que ha sabido ganar
la necesidad de una expiación occidental del Holocausto, muchas guerras pero ninguna paz, como recuerda el acti-
sino de índole práctica: se trataba de resolver el problema vista argentino-israelí Meir Margalit. Israel tiene capa-
de los refugiados judíos en Europa y de frenar la deriva cidad militar sobrada para librar una guerra eterna con
hacia la guerra en Palestina. Hoy los refugiados (pales- todos sus enemigos, pero ningún dirigente israelí que no
tinos) y la guerra (contra Palestina) son también los dos se encuentre en la situación judicial de Netanyahu habría
problemas que la comunidad internacional ha de resolver, llevado al país a este abismo. Nunca antes tantas voces
con el agravante de que la injusticia histórica de base fue y tan distintas, en todo el mundo, habían cuestionado
cometida por las propias Naciones Unidas. Y este organis- la política israelí. Nunca antes los tribunales interna-
mo se ha mostrado totalmente incapaz de frenar siquiera cionales habían sido tan explícitos en sus conclusiones.
el genocidio en Gaza. Esos pocos israelíes conscientes y comprometidos con la
El futuro, las soluciones que, de un modo u otro, tienen justicia, como el veterano periodista Gideon Levy, no han
que hallarse al final de la violencia y la usurpación, es algo tardado en avisar de que, por primera vez, el futuro de
que no pierde de vista el pueblo palestino, “un pueblo como Israel corre verdadero peligro, y es por sus propios actos.
los demás”, según se ve a sí mismo, lo cual en términos Esos escasos israelíes concernidos, que viven y traba-
políticos significa implementar su derecho a la autode- El discurso occidental tiende a convertir a los palestinos jan en Israel, son los verdaderos pacifistas de su país, no
terminación. Desde Occidente, desde Europa en concreto, en sombras, en fantasmas amenazantes que ahora el llamado Campo de la Paz (un movimiento intelectual
por no entrar en consideraciones relativas a los intereses deambulan por una Gaza asolada, en seres cuya que se esfumó a las primeras de cambio en 2000, con la
estadounidenses, la voluntad soberana de los palestinos, capacidad ni se imagina. Segunda Intifada): reconocen la responsabilidad históri-
la forma que quieran dar a la autodeterminación, es algo ca de Israel en la desposesión palestina, así como la nece-
que tiende a ignorarse. Incluso por parte de las concien- como Said denunció, sino porque, en otro sentido, repro- sidad de reparación. Algunos, como el historiador Amnon
cias mejor intencionadas, a menudo aquejadas de pensar ducían una solución que ya se había revelado fracasada Raz-Krakotzkin, se atreven a formular y sustentar ideo-
por los palestinos. en 1948, cuando se creó el Estado de Israel al precio de lógicamente una propuesta que en el lado palestino es
Desde los Acuerdos de Oslo de 1993, se viene repitiendo la Nakba, la limpieza étnica de Palestina. El tiempo de más frecuente: la construcción de una sociedad anacional,
que la única solución posible consiste en la creación de dos los dos Estados, si es que lo hubo, se acabó cuando Yasir que no binacional, en un Estado común para todos los
Estados. Pero esta solución nació muerta, como ya enton- Arafat fue sitiado por Ariel Sharon en la Mukata, la sede hombres y mujeres que viven o proceden de las tierras que
ces apuntó Edward Said, el gran crítico de Oslo y otro del Gobierno palestino en Ramala, de donde solo pudo van del Jordán al Mediterráneo. Suena a cosa imposible,
palestino universal. Y no solo porque sus disposiciones salir para morir en París. Han pasado 20 años. Entre- pero quizá sea la única solución posible de paz y justicia,
eran vinculantes únicamente para una parte, la palestina, tanto, los sucesivos gobiernos israelíes se han empleado a la única solución verdadera.