Page 73 - concurso literato 2020
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IMAGINA CUANDO PASE LA CUARENTENA


                    Acabo de ver una estrella fugaz en el cielo, así que le he pedido

                  un deseo…


                  ¡Deprisa, arriba a vestiros, que, si no, no llegamos al cole!!!-nos
                  dice mamá a Matías y a mí, como siempre apresurada, mientras

                  ella viste a Alejandro. Rápidamente bajamos a desayunar y a
                  lavarnos. Cogemos las mochilas y salimos a la calle rumbo al

                  colegio, nos lleva papá, pero antes hay que darle un beso a mamá,

                  que se va a trabajar.

                  Subo las escaleras, doy los buenos días a Jesús, mi profesor y a

                  los compañeros que ya han llegado a clase, choco los cinco con mi

                  amigo Vicente, hoy hay examen de mates y se notan los nervios
                  en todos… Se acaba el examen y salimos a la cancha, unos juegan

                  al fútbol, otros al torito en alto, el sol está en el cielo y se va

                  notando el calor. Otra vez a clase, ahora música con Gema,
                  abrimos las ventanas, ya hace calor. La hora de salir, recogemos

                  rápido los libros y bajamos más rápido aún las escaleras. Me
                  despido de mis compañeros y doy un beso a papá - ¿Qué habéis

                  hecho en el cole? - Matías ya ha bajado también, volvemos a casa.

                  Nos lavamos las manos y ponemos la mesa, papá nos riñe porque
                  somos un poco lentos y siempre estamos jugando. Al momento, se

                  oye la puerta del patio. Mamá está llegando del trabajo, dejamos
                  de poner la mesa y salimos corriendo a darle un beso y un abrazo.

                  Hoy mamá no tiene marcas de mascarillas, gorros ni pantallas en

                  la cara, no tiene los ojos rojos de la lejía o de llorar, no la veo
                  cara de preocupada, la veo guapa y contenta. Comemos y hacemos

                  los deberes, mientras Alejandro duerme la siesta. Merendamos y

                  nos vamos a dar un paseo. Pasamos a comprar y a la biblioteca a
                  por unos libros, que los de la semana pasada ya me los he leído. Le

                  digo a Amparo que se me ha olvidado el carnet de la biblio, pero

                  ella siempre amable, me toca el pelo y me dice que no pasa nada.
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