Page 34 - El imaginario de la razón (LIBRO FISICO-CALAMEO)
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Raúl Voltavayeros
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Un país que se precie de adelantado hará valer su
diferencia ante el mundo sin perder la partici-
pación que le conviene en este.
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¡Que vivan los tiranos! Además de detestarlos el
pueblo, es bajo su férula que muchos vuelven a
valorar la libertad.
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Ninguna garantía es absoluta para el hombre libre,
a menos que pacte su obediencia incondicional.
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Una rápida respuesta a nuestros inquisidores ha de
evitarnos más de algún mal, poniendo además, fin
a su asedio… Pero si el propósito de estos es per-
judicarnos, ninguna respuesta habrá, por pronta,
que pueda salvarnos.
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El lugar que cada uno ocupa se mantiene con cons-
tantes batallas y resulta imposible conservarlo me-
diante la paz. Los hombres de armas lo saben bien
e impulsan al común de nosotros a expandirnos y
aniquilarnos unos contra otros. Así aseguran —¡y
hasta aumentan!— el espacio de los pocos a los
que sirven.
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