Page 20 - dos nazis y un dictador
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reconocemos al viejo estadio. Ni el mismo Lectoure lo
reconocería”.
Además, Crítica detalló que dentro del Luna Park y en los
alrededores se vendían postales, insignias y banderas nazis como
souvenirs, tal como ocurre hoy cuando hay recitales en el lugar y
las veredas de Bouchard y Corrientes se llenan de vendedores al
paso.
En el diario La Nación, en cambio, eligieron darle al encuentro
otro matiz. Se refirieron a éste como “un acto de adhesión al Gran
Reich” que congregó a la “colectividad germano-austríaca”.
Luego, señalaron en un artículo interior los pormenores del
encuentro, con los nombres de quienes se subieron al escenario a
pronunciar distintos discursos.
“A lo largo del recinto formaban doble fila en los pasillos los
miembros del Partido Nacional-Socialista uniformados y con la
cruz esvástica en el brazal, lo mismo que los representantes de la
asociación Germano-Austríaca, organizadora de la reunión”,
describió La Nación en su edición del lunes 11 de abril de