Page 4 - COMO ORAR
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1.- ALABANZA. El acto de la divina adoración
Hay una amplia evidencia bíblica para dedicar un tiempo especial para alabar
al Señor durante cada encuentro de oración. En realidad, se habla más de
alabanza en la Biblia que de oración. También es evidente por un estudio de la
Escritura que la oración debe comenzar con la alabanza, antes de que se use
cualquier otro aspecto de la oración.
Versos testigos:
Tenga en cuenta los siguientes versículos referentes a este primer aspecto de la
oración:
a) Mateo 6: 9- "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre..." Aquí vemos que la oración como fue enseñada por nuestro
Salvador comienza con un momento de "adoración divina".
b) Salmo 63: 3- "Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios
te alabaran".
c) Hebreos 13: 15- "Así que ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él,
sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su
nombre".
La alabanza es básicamente un reconocimiento verbal de la naturaleza divina
de Dios. La palabra alabanza se deriva de la vieja palabra francesa, presier,
que significa "premiar". Alabanza, entonces es "premiar" a Dios con nuestras
palabras. Premiar algo es valorar ese algo altamente. La alabanza trae así la
presencia de Dios a nuestra oración, porque el salmista dice: "[Dios] habita en
las alabanzas de Israel [su pueblo]" (Salmo 22: 3). Esto es decir que Dios
viene y mora en nuestras oraciones mientras lo alabamos. Antes de pedir a
Dios nada en la oración, tomemos tiempo para reconocer sus atributos divinos
y su bondad. Alabadle por quien Él es.
2.- ESPERAR. El acto de entrega del alma
Al inicio durante la oración también debemos tomar tiempo para desarrollar
una quietud santa en la presencia de Dios. Esperar es en realidad un tiempo
prolongado de adoración silenciosa. La Biblia habla con frecuencia sobre la Página3
espera en el Señor.