Page 3 - ESPERANZA EN LA CRISIS
P. 3

Todos somos responsables de nuestros pensamientos,
    acciones y palabras. Todos estamos afectados por
    nuestro orgullo natural, nuestro engaño y egoísmo.
    Jesús dijo "porque del corazón proceden los malos
    pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
    fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios,
    las blasfemias"  (Mateo 15:19).
    La consecuencia de llevar vidas pecaminosas es
    la muerte física y espiritual, eternamente separados
    de Dios.

    ¿Cómo resolver ese problema del pecado en nuestros
    corazones y vidas? Todos hacemos lo incorrecto,
    odiamos, mentimos, robamos...  (Romanos 3:23).

    ¿Cómo podemos deshacernos del pecado oculto
    en lo profundo de nuestros corazones? (Con jabón
    desinfectante, rociador o gel antibacterial,
    distanciamiento social o incluso una vacuna?


       Aunque lavemos nuestras manos,
       nuestros pies o nuestro cuerpo entero,
       eso jamás purificará nuestros corazones.
   1   2   3   4   5   6   7   8