Page 58 - La Rebelión de los Bolsillos Rotos

Ronald J. Acosta Pineda

Jesús no se queda en lo alto de la montaña, baja y enseña
que la Gloria de Dios se vive en medio de los hombres y las
mujeres de toda clase, raza, pueblo, y nación. Lo primero que
hizo al bajar fue curar al hijo de un hombre que se le arrodilló
suplicando que atendiera su petición. El subir y bajar de la
montaña es el itinerario de aquella persona que ha compren-
dido, en su historia de salvación, para qué fue llamado.

Considero que el afán de tener dinero sin un uso trascen-
dente es movido por un gran vacío interior que ansía llenarse,
con la desventura de querer llenar un vacío con más vacío,
con más poquedad, mientras que el vacío interior tiene forma
de Dios, así lo describe Blaise Pascal:

“En el corazón de todo hombre existe un vacío que tiene
la forma de Dios. Este vacío no puede ser llenado por
ninguna cosa creada. Él puede ser llenado únicamente
por Dios, hecho conocido mediante Cristo Jesús”
En mi experiencia de fe, quise llenar muchos vacíos con co-
sas o personas, siempre tomaba la iniciativa esperando sa-
ciarme o al menos sentir que algo o alguien ocupaba un lugar
en mi corazón. En este proceso de conversión, que aún man-
tengo, Dios fue quien tomó la iniciativa; llenarse de Dios es
diferente, la novedad es que es Él quien nos viene a llenar,
no sin antes vaciarnos.

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