Page 6 - Compendio Relatos

una experiencia maravillosa de solo unos minutos que recuerdo como si
hubiese pasado ayer.

En aquellos años 1991, como ahora 2020, no sabía que iba a ser testigo de
tan inolvidable experiencia. Tener la vivencia de una pandemia,
indudablemente es algo que guardaré en mi memoria, así como reconocer
que necesitaría otros artículos y rutinas para mi protección, usar alcohol

líquido o gel, jabón y lavado de manos constante, zapatos elegidos para
salir de casa, mascarilla hasta para ir a la pulpería, careta, cambio de ropas
y baños al regresar de las compras o mandados y un sinfín de cuidados con
nuestros familiares, en especial con los más vulnerables, a esto sumar la
indicación de quedarse en casa y salir solo a lo estrictamente necesario,
esto ha sido un cambio difícil y la vida continúa y el trabajo continúa con las
variantes necesarias, adaptaciones inesperadas y búsqueda de ideas para
reinventar las labores.

El trabajo como psicóloga en una escuela ha sido maravilloso, pero también

he sufrido pérdidas propias de los aconteceres en la modalidad presencial,
los pequeños aportan alegría con sus ocurrencias y muestras de cariño
sincero, amor del bueno, no obstante no todo es así, lograr abrir camino lleva
su esfuerzo, que den credibilidad a mi trabajo lleva aún más esfuerzo,
porque no siempre se agrada con lo debido, y no siempre logran
comprender y valorar lo que hago, por otra parte también se sufre, se siente
enojo, impotencia y frustración, porque se conoce de situaciones que no
deberían sufrir los pequeños dentro y fuera de los hogares. Ha sido una lucha

constante porque mi labor sea reconocida y visualizada a nivel MEP, y de
pronto, sin previo aviso, todo cambió cuando empecé a escuchar sobre el
COVID – 19, en noticias que llegaban de un lugar muy muy lejano al otro
lado del mundo.

En pocos días los cambios se aceleraron, y de nuevo todo se oscureció para
mí…ahora tocaba trabajar a distancia, tomar cursos en línea, acomodar-se,
relacionar-se, acompañar-se e intentar de una y otra forma lograr hacer
desde una pantalla… ha sido difícil, muy difícil tomando en cuenta mi
constante resistencia a lo tecnológico, pero, en fin, o echaba pa’lante o me

quedaba perdida y nunca hallada. No podía quedarme en la queja
acompañada del estrés y sus síntomas, así que no había de otra, y como
dice la canción “al andar se hace camino” y acá voy, sigo andando y
haciendo camino.

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