Page 3 - LIBRO: FORMAS DE SALVAR SU MATRIMONIO PDF GRATIS | JOSEPH CORREA
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serie de recomendaciones “universales” que nos van a ayudar en cualquier fase que
nos encontremos.
Por tanto, veamos una seria de consejos para cuando se produzcan conflictos en la
pareja:
Discutir, no pelear. Una de las primeras ideas es desmitificar el hecho de
discutir. Mantener discusiones no es sinónimo de una mala relación, pero si es
muy importante el cómo discutimos y el evitar que deriven en peleas.
Comunicación. Una de las herramientas más potentes de las que dispone la
pareja para superar sus diferencias siempre que se utilice de manera adecuada.
Hablar de los problemas. Si algo nos preocupa es bueno decírselo a nuestra
pareja, pero eligiendo un buen momento en el que ambos estéis en una buena
predisposición emocional. Lenguaje no ofensivo. Hay que tener cuidado, ya que
las palabras que elijamos pueden abrir profundas heridas.
Escucha activa. Si nuestra pareja se siente escuchada y percibe que estamos
haciendo esfuerzos por entenderla, ya habremos dado un gran paso hacia la
solución del problema.
Centrarse en un único tema. Cuando se está discutiendo sobre un asunto debe
ser conciso y objetivo, y no derivar hacia otros temas conflictivos y sacar otros
“trapos sucios” del pasado para recriminar y aumentar la tensión.
Centrarse en la solución del conflicto. Ligado con el anterior, ser constructivos,
evitando los reproches, y buscar los aportes necesarios para llegar a una
solución satisfactoria y sobre todo conjunta.
Respeto. Evitar caer en la falta de respeto. Si se llega al insulto es señal
inequívoca que la discusión no va a ser productiva, todo lo contrario.
Comunicación no verbal. El contacto físico es importante. El dar por ejemplo un
abrazo a tu pareja de manera espontánea puede ser de gran ayuda y poner fin a
unos días de tensiones y malhumores. De igual modo, con malas caras o gestos,
podemos aumentar nuestro distanciamiento emocional.
Evitar arrastrar problemas exteriores a nuestra relación. Es muy común que
un conflicto en el trabajo o con amigos, lo traigamos a nuestro hogar y lo
hagamos extensible a nuestra relación. De hecho, en muchas ocasiones, se
malinterpreta esa confianza y hace que descarguemos nuestra frustración en la
pareja. Hay que intentar ser consciente de ello y construir muros, no traer lo
malo del exterior a nuestra relación (P. ej. Justo antes de entrar al hogar,
respiramos profundamente y dejamos fuera esos problemas que recogeremos y
afrontaremos a la mañana siguiente en el lugar preciso).
En resumen, la discusión forma parte de la pareja y se debe trabajar como pareja
también en ello. Incluso no siempre va a ser posible llegar a un acuerdo totalmente