Page 32 - 1S-I bim-D.PERSONAL
P. 32
COLEGIO MELGAR MILLENIUM TEXTO - 1ro. Secundaria
• Asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el
ejercicio pleno de sus derechos.
• Ser la fuente primaria de socialización.
• Fomentar la unión, la autorrealización y el crecimiento personal de sus miembros.
Convivencia en el sistema familiar
Uno de los mayores retos de las familias de los adolescentes es mantener una buena
convivencia. Por ello, a pesar de que suelen haber conflictos entre padres e hijos, ambas
partes deben encontrar los mecanismos para solucionarlos.
Estableciendo normas en la familia
Las normas facilitan la convivencia y marcan pautas de interacción entre los miembros de
la familia. Existen dos tipos de normas:
a. Normas fijadas explícitamente por la familia. Por ejemplo, asignar las tareas a
realizar y la forma de expresarse, entre otras.
b. Normas implícitas, que se dan a partir de la interacción de la familia, a pesar de
que nunca fueron establecidas explícitamente. Por ejemplo, respetar a los mayores,
tratarse con cortesía, ayudarse, entre otras.
En el caso de las normas explícitas, estas deben ser establecidas mediante el diálogo
y el consenso, buscando el acuerdo entre sus integrantes. Ese consenso debe hacerse
extensivo a las ocasiones en las que se tengan que tomar decisiones importantes en el
seno familiar. La participación de todos los miembros de la familia en el establecimiento
de normas y en la resolución de problemas, hará que todos se sientan representados y
comprometidos con el buen funcionamiento de la familia.
Los conflictos en la familia
En la adolescencia, los hijos tratan de definir su identidad distinguiéndose de sus padres.
Esto los lleva a adoptar costumbres o conductas distintas a las de ellos, lo que a veces
conduce a una especie de enfrentamiento con sus padres.
• Surgen las llamadas diferencias generacionales, que se perciben, por ejemplo, en
la moda o en los gustos musicales.
• Los padres pueden reaccionar mostrando poca tolerancia con el modo de vida de sus hijos adolescentes, prohibiéndoles
cierto tipo de amistades o actividades.
• Esta actitud de los padres genera rebeldía en los adolescentes y pueden ser motivo de enfrentamientos. Por otro lado, el
afán de ser aceptado en un grupo o por el sexo opuesto hace que chicas y chicos ensayen determinado tipo de conductas
para ser aprobados por las personas de su misma edad, aunque estas no sean aceptadas por sus padres.
Cuando los padres y sus hijos adolescentes no manejan bien sus diferencias de opinión, se originan discusiones y conflictos.
Por lo general, los temas de discusión más frecuentes son los relacionados con asuntos cotidianos. Por ejemplo, la hora de
llegar a casa, pues los adolescentes empiezan a salir hasta muy tarde, y para sus padres o no es correcto o es peligroso; la
forma de vestir, porque los adolescentes tratar de “innovar” su vestuario o de imitar a su cantante o artista favorito, costumbre
que suele incomodar a sus padres y el tiempo para los estudios, pues los adolescentes suelen dar más tiempo a otras
actividades en lugar de estudiar, lo que causa disgusto a los padres, quienes piensan que eso los perjudica.
64
Siempre los Primeros