Page 92 - Historias de agua - Antología de teatro comunitario
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pone en un lugar fresquito y ya se la puede llevar para
                  cuando le dé sed.


            Mamá: Qué bueno que aprendiste bien Laurita, pero tam-
                  poco me andes desperdiciando el agua de la mangue-
                  ra que ya antes padecimos mucho del agua.


            Augusto: Se acuerda Doña, todos esperábanos con ansia
                  los domingos.


            Laurita: ¿Por qué amá?


            Mamá: Porque era el día de la bañada, sólo nos podíamos
                  bañar los domingos. (Hacen como que se bañan.) Ahí
                  todos nos bañábamos rápido, bien apurados.


            Augusto: La poquita agua que se juntaba en la presa con
                  las lluvias la acarrareábanos en cántaros que traíamos
                  con los burros. (Pasa un campesino con los burros y
                  cántaros con agua.)


            Mamá: Y para beber el agua le echábamos cal para que se
                  asentara.


            Augusto: Sí Doña, ¿y se acuerda de la leyenda de la rana
                  que secaba el pozo?


            Mamá: ¡Cómo no me voy a acordar! Nos la contaban los
                  abuelos.





            90       La rana del pozo
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