Page 44 - PURPLE MUSIC Nº 1 - JUNIO 2020 - ESPECIAL LOVESEXY
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Sobre Lovesexy, Dez Dickerson declaró en trago cada día, echa a ese diablo fuera!”.
ese momento, “Prince sabía que algunas Y sin dejar de incluir a Dios en este asunto
cosas iban mal, que estaba influyendo concluye: “Di no, si no quieres vivir una vida
en los jóvenes. Por esta razón creó esta bajo la amenaza de un arma/Sabemos una
especie de nueva religión donde todo va manera mejor para divertirnos/Di que sabes
bien y Dios te sonríe”. No podemos perder que hay un paraíso y un infierno”, frase
de vista, además, que Lovesexy es, en parte, esta última con la cual había iniciado la
una respuesta y una contraposición a The canción. El paraíso y el infierno no son solo
Black Album, descartado por Prince por ser conceptos teológicos y religiosos. El paraíso
demasiado, digamos, “diabólico”. Es la otra y el infierno -con drogas y armas, que causan
cara luminosa, redimida y también festiva un dolor infinito- de los que está hablando
de Prince donde se unen espiritualidad, Prince están aquí y ahora, en la Tierra. En
sexualidad y también denuncia social. Prince las críticas de Lovesexy del momento de su
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no concibe espiritualidad y fe en Dios sin publicación, muchos autores ya encontraron
una acción directa sobre la sociedad y el el paralelismo entre “Dance On” y “Sign O’
amor al prójimo. Prince es un cantautor The Times”, dos temas que no estaban tan
que lanza mensajes contundentes contra alejados en el tiempo. Prince dedica toda la
la injusticia social y a favor de los derechos canción a la denuncia político-social. En 1988
civiles. Aunque nos parezca de entrada un había empezado la progresiva marcha atrás
ermitaño confinado componiendo y tocando de la Guerra Fría que culminaría con la caída
música obsesivamente en su palacio blanco del Muro de Berlín en octubre de 1989 pero,
high-tech, actúa con sus letras y sus acciones a pesar del progresivo deshielo del conflicto,
benéficas, muchas de las cuales solo pudimos las guerras estaban ahí y lo más injusto para
conocer después de su muerte. Prince era “cuántos jóvenes deben morir”
bajo el rugido de los lanzagranadas. La
Prince sitúa estratégicamente tres canciones amenaza nuclear, que tanto había dado que
“sociopolíticas” en Lovesexy: “ No” -a modo hablar a lo largo de toda la década de los 80,
de introducción-; “Dance On”, en el centro tampoco había cesado: “El veto nuclear no
del disco; y “Positivity”, como conclusión. está sintonizado”, afirma.
“ No”, el brillante inicio del álbum, es una Y de la situación macropolítica, Prince pasa
invitación a decir no. A no dejarse llevar por a las páginas de sucesos y la cotidianidad, y
las tentaciones del alter ego diabólico de habla de los pequeños robos de bolsos a las
Prince, Spooky Electric, un ente tan extraño y señoras e incluso de los psicópatas asesinos.
ambiguo que hasta puede llegar a parecernos Pero lo más interesante de su mensaje aparece
simpático porque en el fondo sabemos que se al final de la canción: “Ha llegado la hora para
trata de él mismo. Prince juega con el doble una nueva educación, las viejas reglas ya no
sentido de la pronunciación de “no” en inglés funcionan/Necesitamos una estructura de
(negación y el verbo saber, to know): Yo, no/ poder que incremente la producción en vez
Yo sé. También es una invitación para que de gentuza que la destruya”. Y seguidamente
no seamos seres pasivos y aborregados, sino aparece la mención a Detroit de la cual
ciudadanos concienciados (y conscientes), hablábamos al principio, como un ejemplo
y responsables. Como si se tratara de una concreto de los males del capitalismo salvaje,
campaña antidroga y antialcohol, Prince es deshumanizado, donde siempre pagan los
imperativo: “Di no, si quieres una droga que más desfavorecidos.
no sea el Dios celestial/ No, si necesitas un
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