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Autobiografía
Julián Santiago
Suárez Enciso
Crecí en un hogar lleno de amor. Aún
recuerdo cuando mi mamá me ayudaba con
las tareas. Tras terminar el segundo grado,
durante las vacaciones, visité a mi abuela
que vivía en el campo. Desde ese momento,
me encantó ir a su casa y siempre pasaba
allí las vacaciones. Ella es muy importante
en mi vida; me acompañó, junto a mis
padres, en mi graduación de quinto grado.
Ese día fue hermoso.
Luego vino la pandemia, pero yo seguí
yendo a la finca de mi abuela y siempre la
acompañé. La quiero mucho. Tuve que
volver a la ciudad, y en noveno grado
comencé a entrenar tenis de mesa, un
deporte hermoso en el que mis padres
siempre me han apoyado. He participado en
varios campeonatos nacionales; aunque no
he ganado medallas, siempre me ha ido
bien y he ganado mucha experiencia.
Gracias a esto, he conocido varias ciudades
que nunca antes había visitado. Por eso
estoy profundamente agradecido con ellos,
hacen mucho por mí.
Después conocí a mi mejor amiga, una
persona que siempre me alienta a seguir y
no rendirme, a luchar por mis sueños y
jamás desistir de ellos.
