Page 6 - LOS HERMANOS
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Génesis 37:19-21 “ ​19​ ​Y se decían entre sí: ¡Aquí viene el señor de los sueños!

               20​ ​Ahora pues, vamos, matémoslo y arrojémoslo en una de las cisternas, y
               digamos que una mala bestia lo devoró. Veremos entonces qué serán sus

               sueños.​ ​21 ​Pero cuando Rubén lo oyó, intentándolo librar de mano de ellos,
               dijo: ¡No le quitemos la vida!”


               Si pensaban en matar a un hermano, ya había odio.
               Miren dónde puede llevar el odio a una persona, y hasta desearle el mal.

               Odio en el corazón.

               Génesis 37:22-25“  ​22​ ​Y añadió Rubén: No derraméis sangre. Arrojadlo en
               esta cisterna que está en el desierto, pero no extendáis la mano contra él.

               Esto dijo a fin de librarlo de sus manos para hacerlo volver a su padre. ​23​ ​Y
               cuando José llegó a sus hermanos, sucedió que despojaron a José de su

               túnica, la túnica de rayas de colores que llevaba puesta,​ ​24​ ​y lo tomaron, y
               lo arrojaron en la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía, no había en ella

               agua.​ ​25 ​Luego se sentaron a comer pan, y alzando sus ojos vieron una
               caravana de ismaelitas que venía de Galaad, llevando en sus camellos
               especias, bálsamo y mirra para hacerlos bajar a Egipto”

               ¿Cómo puedes sentarte a comer después de eso?


               Génesis 37:26-36“ ​26​ ​Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay
               en que matemos a nuestro hermano y ocultemos su sangre? ​27
               Vendámoslo a los ismaelitas y no sea nuestra mano contra él, pues es

               nuestro hermano, nuestra carne. Y sus hermanos obedecieron.​ ​28​ ​Y cuando
               pasaron los mercaderes madianitas, sacaron a José de la cisterna, lo
               subieron y lo vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y

               llevaron a José a Egipto.​ ​29​ ​Cuando Rubén volvió a la cisterna, he aquí que

               José no estaba en la cisterna. Entonces rasgó sus vestidos, ​30​ ​y se volvió a
               sus hermanos, y dijo: ¡El muchacho no está! ¿Y ahora que voy a hacer?​ ​31

               Entonces tomaron la túnica de José, y degollando un chivo de las cabras,
               empaparon la túnica con la sangre. ​32​ Luego enviaron la túnica de rayas de
               colores y la hicieron llegar a su padre, y dijeron: Hemos hallado esto,





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