Page 34 - CUADERNODE BITÁCORA _Neat
P. 34
El tesoro de Papoya
Maria Rafaella Mena Benítez
Día 1
Hace unas horas emprendí un viaje del que no sé qué va a resultar. Hace días, estaba en la
playa cuando encontré una botella con un mapa dentro Después, una serie de sucesos se
fueron desarrollando incitándome a averiguar de qué se trataba “el tesoro de Papoya” del cual
hablaba ese mapa. Intenté ignorarlo durante días e incluso quise deshacerme de la botella,
pero parecía ser algún objeto mágico aferrándose a que no lo abandonen. Después de varios
días decidí averiguar más acerca de lo que trataba.
El mapa dentro de la botella, como un complemento mágico, parecía escribir pequeñas pistas
a medida que mi interés crecía. Este mismo me llevó a un pequeño barco, llamado “El Sol”, en
el cual ahora navego. La capitana del barco, Harry, una vieja pirata y conocida del lugar, dijo
conocer la isla y haber oído hablar sobre el tesoro, pero se decía que el mapa que servía para
encontrarlo había desaparecido hace muchos años, por lo que era imposible llegar a él. Al
contarle cómo el mapa había llegado a mí, me pidió permitirle acompañarme en el viaje,
llevarme hacia él y recordar sus viejos tiempos como pirata, enseñándome a mí como serlo.
Acepté y antes de embarcar fuimos a por algo de suministros para nuestros días de viaje.
Después de navegar unas horas, decidimos tomar un descanso, ya que está anocheciendo.
Seguiremos mañana.
Día 2
Después de continuar nuestro trayecto durante unas horas más desde que amaneció, Harry
avisó que estábamos cerca de llegar. Desembarcamos en una isla un poco extraña, a primera
vista parecía tener la forma de un corazón, justamente como el mapa “mágico” había indicado
antes de llegar. Comenzamos una caminata que fue algo larga, ya que el lugar estaba lleno de
caminos similares y más de una vez nos perdimos, o terminamos caminando en círculos.
Después de caminar durante un rato, estábamos cansadas y hambrientas. Nos sentamos un
momento a comer algo de las municiones que llevamos y descansamos un buen rato. Luego,
retomamos la caminata. Al avanzar unos pasos revisé el mapa para seguir nuestro camino,
una nota había aparecido junto a un punto del sendero marcado en el mapa. Este decía:
“Mirar con atención es la clave, encontrar el tesoro el objetivo. ¿Por qué no reconsideran el
camino?”.
Se lo comenté a Harry y regresamos por el último camino que habíamos atravesado. Minutos
después, una torrencial lluvia comenzó, impidiéndonos avanzar más. Tuvimos que
resguardarnos en lo que parecía una cabaña hecha por hojas de palmas que caían hacia su
tronco. La lluvia no ha parado y Harry se ha quedado dormida ya, creo que seguiremos por la
mañana.
34