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172 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia

                   147  Luego un Ángel vino a él, diciendo: “Juan, no llores más, porque el León de la tribu de
               Judá ha prevalecido y Él es digno”.
                   148  Y Juan miró para ver un cordero… o para ver un león, y ¿qué halló? Un Cordero; y era
               un Cordero ensangrentado, un Cordero que había sido inmolado. Y ¿desde cuándo? Desde la
               fundación del mundo.
                   149  El Cordero salió y caminó hacia Aquel que tenía el Libro en Su diestra, y recibió el
               Libro; subió al Trono y se sentó. Eso fue todo. Quedó concluido (¿cuándo?) cuando los Sellos
               fueron revelados. Cuando el último, que no había más que Él había redimido, no había nada…
               Él vino para redimir.
                   150  Dirán: “¿Por qué no los redimió hace cuarenta años, o hace dos mil años?”.
                   151  Observen, sus nombres están en el Libro de la Vida, en ese Libro. Y Él tuvo que pararse
               aquí, porque fue el propósito de Dios de redimirlos. Sus nombres fueron puestos en el Libro de
               la Vida del Cordero antes de la fundación del mundo. El Cordero fue puesto allí con eso, para
               ser inmolado. Por acá viene el Cordero, cuando fue inmolado; regresó para hacer intercesiones.
                   152  ¡Obsérvenlo bien! Habría mucha personificación, y muchas otras cosas, pero en verdad
               había alguien que sería salvo, porque la Iglesia estaba predestinada a estar sin mancha ni
               arruga. Ella allí estará. Y el Cordero murió con ese propósito. Y entonces cuando el último
               nombre escrito en ese Libro fue redimido, el Cordero vino y tomó el Libro: “¡Yo soy el que lo
               hizo!”.
                   153  Los ángeles, los querubines, los veinticuatro ancianos, las bestias, todos, se quitaron sus
               coronas, postrándose ante el Trono, y dijeron: “¡Digno eres!”.
                   154  Juan dijo: “Todo en el Cielo y en la Tierra me escuchó clamar ‘Amén’, gritando ‘Aleluya’
               y alabanzas a Dios”. El grito subió. ¿Por qué? Sus nombres estaban en ese Libro, para ser
               revelados, y el Cordero los había revelado.
                   155  El Cordero los había redimido, pero Él no podía venir hasta que todo nombre fuese
               revelado, y eso estaba aconteciendo bajo el Sexto Sello, antes de que irrumpiera el Séptimo.
               Entonces el Cordero vino por aquello que había redimido. Él vino para reclamar lo que había
               redimido. Él ya lo tiene, aquí mismo en el Libro, tomado de Su mano. Ahora Él viene para
               recibir lo que ha redimido, esa es Su Obra. Él ha terminado; Él viene para recibirla. ¡Oh,
               qué–qué tiempo! Lo ha probado, el Séptimo Sello lo probó. Él regresó y tomó el Libro de
               Redención.
                   156  Noten, habría de ser el Mensaje del séptimo Ángel que revelaría el séptimo, o sea los
               Siete Sellos. En Apocalipsis 10:7, ustedes lo encontrarán. ¿Ven?
                   157  “Y él vio a este Ángel bajar, y poner Su pie sobre la tierra y el otro sobre la mar” – ese fue
                                                                                                            1
               Cristo, “tenía un arco iris sobre Su cabeza”. Noten, lo encontrarán de nuevo en Apocalipsis ,
               con el arco iris sobre Su cabeza; “semejante a piedra de jaspe y de cornalina”, y demás. Aquí
               venía Él, y puso una mano… Un pie sobre la tierra y el otro sobre el agua; y alzó Su mano.
               Él aún tenía un arco iris sobre Su cabeza – ese es un pacto. Él era el Ángel del Pacto, el cual
               era Cristo, hecho un poco menor que los Ángeles, para poder sufrir. Allí vino Él, y alzó Sus
               manos hacia el Cielo y juró por el que vive para siempre jamás, el Ser Eterno, el Padre, Dios,
               “que el tiempo no será más”, cuando esto acontezca. Ha llegado al final, ha terminado; queda
               concluido.
                   (…)  347  Pero recuerden, durante todo este tiempo Noé estaba en el arca. La Novia está

               1   Apocalipsis 4:3
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