Page 12 - huellas de colores

La historia de Pancho

“Hoy en día ya está viejo. Su historia es muy hermosa porque él supo encontrarnos, a través del
olor de mi mamá, y nos da mucho amor. Es un integrante de la familia del cual no nos
arrepentimos de haber conocido”

Él es un perrito que fue adoptado en el
barrio Usina de Tilcara. Fue llevado desde
ese barrio hasta San Pedrito antes de
Maimará donde vivía toda la familia.
Allí no todos lo recibieron bien, pero hubo
una buena mujer integrante de la familia
que si lo amo; le daba cariño, alimento y
calidez. Pasando un año se acostumbraron
ambos a la compañía que mantenían uno al
otro.
Por fortuna de la vida, la mujer se cambió a
su nueva casa y Pancho quedó en la misma
casa de la familia.
Pasando el tiempo, Pancho abandona la
casa, porque no hallaba contención. Fue la
calle, su nuevo hábitat.
Un día, Pancho en la ciudad de Tilcara
reconoce a la hija de la mujer que le daba
cariño. Se acercó a la joven con su hocico; le
toca la pierna, y su colita estuvo en
movimiento dándole una señal de felicidad.
La joven comenta lo sucedido a la madre y
describieron al perro. La señora lo
reconoce, y dice: es “Pancho”.
La joven se sorprendió al observar la
capacidad de reconocimiento que el perro
tenía, ya que reconoció el olor de la mujer
que un día lo contuvo y acobijo. Esta situación la llevo a buscarlo, y llevarlo
consigo a la nueva casa, ubicada en el barrio
Sumaj Pacha. Aunque, el camino fuera largo
por la ruta, por el rio,entre el frio y los rayos
del sol, llegaron a la casa.
Pancho llega y salta, mueve su cola, “como si
conociera a la Familia de toda la
vida”,LITERAL…
El proceso de adaptación fue un poco
truncado, ya que estaba acostumbrado a la
calle.
Hoy en día, su edad está avanzada. Le gusta
jugar con las piedras, y recibe a toda nueva

mascota que va a su casa.

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