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Biología 4° Secundaria
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Semana
LA EXCRECIÓN EN LAS PLANTAS
La actividad metabólica de las plantas trae como consecuencia la producción de sustancias que son reutilizadas por
la propia planta de manera que la excreción es mínima en estos organismos.
LA EXCRECIÓN EN LOS ANIMALES
Cuando se habla de excreción, siempre pensamos en la eliminación de productos de desecho. Esta sin embargo, es
sólo una de sus funciones.
La excreción es además, un sistema regulador del medio interno, es decir, determina la cantidad de agua y de
sales que hay en el organismo en cada momento, y expulsa el exceso de ellas de modo que se mantenga constante
la composición química y el volumen del medio interno (homeostasis). Así es como los organismos vivos aseguran su
supervivencia frente a las variaciones ambientales.
Se puede decir, que la excreción llevada a cabo por los sistemas excretores implica varios procesos:
La excreción de los productos de desecho del metabolismo celular.
La osmorregulación o regulación de la presión osmótica.
La ionoregulación o regulación de los iones del medio interno.
IONORREGULACIÓN
Consiste en la regulación en el contenido de iones del medio interno. Este proceso es muy importante, porque
cualquier desequilibrio puede alterar las funciones biológicas de forma irreversible.
Así, la secreción de H regula el pH de la sangre, de forma que si éste es demasiado ácido, aumenta la secreción
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de H . De no suceder esto, algunas moléculas (básicamente proteínas) se alterarían irreversiblemente.
También la secreción de K es fundamental, ya que un aumento de éste en la sangre produce grandes arritmias
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cardíacas, y una disminución excesiva provocaría parálisis al interferir en la transmisión del impulso nervioso.
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La regulación de la concentración de K se produce por medio de una hormona, la aldosterona, segregada por las
glándulas suprarrenales. Si en la sangre hay un exceso de K , se estimulan las glándulas suprarrenales y se
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produce aldosterona. Esta acelera la secreción de K .
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OSMORREGULACIÓN
La regulación de la concentración de sales en el medio interno se consigue en los vertebrados de diferentes formas,
según el medio en el que vivan.
Los peces de agua dulce viven en un medio hipotónico, por lo que el agua tiende a entrar en su cuerpo de forma
continua por ósmosis y a través de las branquias. Por ello, tienen que eliminar el exceso de agua, para lo cual los
riñones reabsorben las sales pero muy poca agua, con lo que la orina está muy diluida y es abundante.
Por el contrario, los peces de agua salada están expuestos a una pérdida continua de agua por ósmosis, ya que el
medio en el que viven es hipertónico.
Los peces óseos (teleósteos) resuelven este problema ingiriendo gran cantidad de agua salada por la boca y
reabsorbiéndola casi toda en sus riñones, con lo que la cantidad de orina excretada es muy pequeña y
concentrada. Además expulsan el exceso de sales por medio de unas células especializadas de sus branquias.
Los peces cartilaginosos (elasmobranquios), poseen una adaptación completamente distinta, ya que han
transformado su medio interno en ligeramente hipertónico (prácticamente isotónico) respecto al agua del mar,
para lo cual acumulan una alta concentración de urea que sería tóxica para otros animales. No ingieren agua,
esta penetra por ósmosis y segregan una orina hipotónica y abundante, mientras que la sal se excreta por una
glándula situada en la región posterior del intestino.
Los vertebrados terrestres, cuyo problema es la desecación, han de conservar el agua, pero a la vez deben eliminar
los productos de desecho nitrogenado.
Los reptiles, que excretan ácido úrico, casi no necesitan agua para su excreción.
Las aves también excretan ácido úrico, por lo que tienen gran reabsorción tubular que reduce al máximo el agua
excretada.
Los mamíferos, se han adaptado para producir una orina hipertónica, gracias al desarrollo de nefronas con
túbulos muy largos y complejos (asas de Henle) que facilitan su reabsorción.
Compendio -297-