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Religión 3° Secundaria
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SEMANA
Concepto Clave: Dice Jesucristo: «el que guarda mis mandamientos, ése es el que me ama». Y San Juan: «En
esto consiste el amor Dios, en guardar sus mandamientos»
1. El decálogo
Fue entregado por Dios a Moisés en el Monte Sinaí, tras haber liberado a su pueblo de la esclavitud de
Egipto.
Moisés exhortó a los israelitas a amar a Dios con
todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus
fuerzas (Dt 6,5) y a cumplir los mandamientos. Esto
sería el camino que lo conduciría a la vida y la
felicidad.
Los diez mandamientos en cuanto que forman parte
de la ley natural, son inmutables y su obligación vale
siempre y en todas partes. Además, están grabados
por Dios en el corazón del hombre. (Rm 2,15)
Jesús confirmó los mandamientos del Decálogo y
nos lo propuso como camino y condición de salvación:
“si quieres entrar en la vida eterna, guarda los
mandamientos” (Mt 19,17) tenemos la certeza de
que Dios no nos va a mandar algo imposible de
cumplir. La Ley de Dios es, pues, algo positivo: ha sido puesta por Dios para el bien y la felicidad del ser
humano. Gracias a los mandamientos podemos vivir como personas y no como animales.
• “El Decálogo obliga gravemente porque anuncia los deberes fundamentales del hombre para con
Dios y para con el prójimo.”
2. El primer mandamiento: fe, esperanza y caridad
El Decálogo, que entregó Dios a Moisés, comienza así: Yo soy el Señor tu Dios, que te ha sacado del país
de Egipto, de la casa de servidumbre. No tendrás otros Dios fuera de mí (Ex 20,2-3)
Más tarde, al llegar la plenitud de los tiempos, Dios nos envió a su Hijo para enseñarnos el camino de la
salvación y para darnos los medios para alcanzarlos. De acuerdo con este mandamiento supremo, cada
cristiano está llamado a poner a Dios en el centro de su vida: está llamado a creer en Dios, a esperar en
él, y a amarle para corresponder a su amor infinito. De ahí que el primer mandamiento del decálogo
prescribe vivir las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad.
• “la afirmación “Yo soy el Señor tu Dios” Implica para el fiel cristiano guardar y poner en práctica las
tres virtudes teologales y evitar los pecados que se oponen a ellas.”
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