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DPCC                                                                             2° Secundaria

          Desafíos y tensiones del derecho a la libertad en sus espacios de convivencia

          Como  ves,  puedes  ejercer  de  diferentes  maneras  tu  derecho  a  la  libertad,  entonces,  ¿por  qué  hay  algunos
          adolescentes que piensan que no los dejan hacer algunas cosas? Ante los cambios que enfrentas, también tienes la
          creciente necesidad de hacer cosas por ti mismo, ya que descubres que eres capaz de realizar varias cosas que
          antes no podías por tu edad, por ejemplo, salir a pasear con tus amigos, ir al cine, a una fiesta, a un día de campo,
          entre otras cosas.

          Primero debes saber que un desafío es una situación difícil a la que una persona se enfrenta, en donde también es
          necesario tomar en cuenta la dignidad de otras personas y sus derechos humanos. Asimismo, una tensión es un
          estado de conflicto entre dos o más personas. Entonces, en el ejercicio de la libertad te enfrentas a desafíos y
          tensiones en los diferentes espacios en donde tú convives. Revisemos cada uno de ellos.

          Familia:  Comúnmente  aquí  enfrentas  diversos  desafíos  al
          momento de ejercer tu libertad, ya que las formas de ser
          de  tus  padres  junto  con  tu  creciente  autonomía  causan
          diferentes problemas.


          Hay padres que no dejan hacer todo lo que quiere su hijo,
          en  estos  casos  es  necesario  recordar  que  cada  familia
          tiene  sus  propios  valores  y  que,  de  acuerdo  con  ellos,
          educan  a  sus  hijos  y  les  enseñan  diferentes  cosas  que
          harán  de  él  un  adulto  capaz  de  enfrentar  la  vida.  Pero,
          como los jóvenes ven lejano el futuro, tal vez no sean tan
                                                               A diferencia de los padres autoritarios, hay otros que
          conscientes de las consecuencias de sus actos.            permiten a sus hijos abusar del tiempo que
                                                                       permanecen navegando en internet.

          Por  eso,  aquellos  adolescentes  que  se  enfrenten  a  este  tipo  de  situaciones  deben  reflexionar  que  los  principios
          éticos  (dignidad  y  derechos  humanos)  los  aprenden  de  las  personas  con  quienes  conviven,  en  este  caso  de  sus
          padres o de los adultos que les dicen qué normas y reglas deben seguir. De este modo, a partir de las experiencias
          que vas adquiriendo empezarás a distinguir qué decisiones tomar y para qué, puesto que ahora puedes diferenciar
          qué es correcto y qué no lo es, para después elegir lo que más te conviene.

          Asimismo, también los papás tienen estilos de crianza que debes saber enfrentar, pues hay algunos padres que son
          muy autoritarios, es decir, que no dejan a sus hijos desarrollar su autonomía y quieren que se les obedezca en todo.
          Comúnmente  en  este  estilo  de  crianza  no  se  les  deja  mucha  libertad  a  los  hijos:  pero  ¿cómo  puedes  ser  más
          independiente,  autónomo  y  ejercer  tu  derecho  a  la  libertad?  No  puedes  cambiar  totalmente  las  ideas  o  los
          pensamientos de tus padres, pero sí puedes intentar un diálogo con ellos.

          Además, es importante que cumplas cabalmente con las tareas que te encomiendan, ya que, a la hora de conversar
          con ellos, si quieres pedir permiso para ir a una fiesta, por ejemplo, ¿crees que te autorizarán si te pidieron ordenar
          tu cuarto o hacer la tarea y no lo hiciste? Entonces, si no eres responsable, menor será la posibilidad de dialogar.

          Por  eso,  debes  hacer  lo  que  te  corresponde  para  ser  responsable,  pero  debes  entablar  un  diálogo  y  no  una
          discusión con tus padres, ya que eso no te llevará a nada bueno y sólo terminará en conflicto.

          También está el estilo de crianza de los padres permisivos, que es todo lo opuesto, pues son aquellas familias que
          ponen pocas reglas de disciplina, por ejemplo, no hay hora de llegar a la casa, ni para dormir. Habrá quienes piensen
          que  eso  en  verdad  es  muy  bueno,  ya  que  así  podrán  hacer  lo  que  quieran,  pero  hay  que  tener  cuidado,  pues  el
          adolescente, al no tener muchas reglas en casa, puede confundir conductas sanas y dañinas, además es probable
          que no pueda distinguir cuáles son los riesgos. De esta manera, pensará que puede ser libre de hacer lo que quiera
          y caer en el libertinaje.

            Compendio                                                                                      -192-
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