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Biología 1° Secundaria

DESARROLLO DE UNA ESPONJA
Lee y analiza
"LAS ESPONJAS INVERTEBRADOS MARINOS"
Aparecidas en la misma época que la fauna de Ediacara, las
esponjas pueden confundirse con plantas pero son animales, pero
son animales. Criaturas pluricelulares, pero sin verdaderos tejidos
ni órganos, tienen un cuerpo simple en forma de bolsa, perforado
por pequeños agujeros. La pared interna está tapizada de células
provistas de filamentos móviles que aspiran el agua por los
agujeros. La esponja extrae el oxígeno y las partículas nutritivas,
antes de expulsar por la abertura principal de su cuerpo el agua
usada. Algunas esponjas viven solas; otras se agrupan formando
colonias cuyo tamaño varía de 1 cm a 1m. las esponjas son,
probablemente, los testimonios más antiguos de los primeros
invertebrados marinos.

LOS DESCENDIENTES DE EDIACARA
¿Tuvieron descendientes los animales de Ediacara? Durante mucho tiempo, los paleontólogos pensaban que
no, puesto que, aparte, de las esponjas y las medusas, no se habían encontrado formas de vida semejantes a
las de Ediacara. Pero el descubrimiento reciente de unos fósiles, en China, parece indicar lo contrario: los
animales de Ediacara serían finalmente os antepasados de animales que hoy conocemos, como los gusanos y
los moluscos.

MORFOLOGÍA
El cuerpo de los Cnidarios está formado por dos capas de células: una exterior, Ectodermo y otra interior,
Endodermo, y entre ellas, la Mesoglea, un tejido conjuntivo que sostiene el organismo y le da forma, y células
nerviosas.
El cuerpo de los Cnidarios es de simetría radial y está constituido en forma de bolsa con una sola apertura,
rodeada de tentáculos, que sirve como admisión del alimento y como emisión de los residuos no digeribles y
de las propias escorias. La cavidad en forma de saco con funciones digestivas de estos animales se denomina
celenterón, de donde derivaba el antiguo nombre de este phylum, Celentéreos
La característica más notable de los cnidarios, y que da lugar a su nombre, es la presencia en sus tentáculos
de unas células urticantes denominadas cnidocitos, en cuyo interior están alojadas unas cápsulas,
nematocistos, que constituyen unos evolucionados mecanismos defensivos y de captura.
Son unas vesículas ovales de doble pared; la interior esta invaginada hacia dentro, dando lugar a una larga
hebra tubular (filamento urticante), que descansa adujada como si fuese el cabo de un barco. De su parte
superior sobresale un fino apéndice en forma de espina, el cnidocilio, que funciona como un verdadero
disparador del filamento urticante
Ante la menor excitación mecánica, el cnidocilo provoca el disparo de la cápsula urticante: en fracciones de
segundo se desenrosca el filamento urticante, en la base del cual hay una especie de estiletes que produce
pequeñas o grandes heridas (depende del tamaño de la víctima), en las cuales se vacía el venenoso contenido
cáustico de la cápsula.

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