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Literatura                                                                         4° Secundaria


          Manuel Ascencio Segura (padre del teatro peruano)
          Nació en Lima, el año 1805 y murió en 1871. Su familia era de origen humilde y de
          modesta condición económica. Segura, como su padre, siguió la carrera militar, en
          la que llegó a tener el grado de mayor. La carrera no le impidió dedicarse al teatro,
          al contrario, le sirvió de inspiración para su obra. Vive una etapa histórica nacional
          particular  (caudillismo  militar  e  inestabilidad  política)  que  se  refleja  en  su  obra.
          Cansado  de  la  anarquía  que  reinaba  en  el  país  abandona  el  Ejército,  luego  se
          convertiría en un apasionado antimilitarista. Trabajó como empleado público y llegó a
          ser diputado suplente.
          Fundó periódicos satíricos, como Lima contra el espejo de mi tierra, –en respuesta
          a El espejo de mi tierra  de  Felipe  Pardo  y  Aliaga,  –La bolsa, El moscón y El vigía,
          además colaboró en El Comercio. Pero el teatro será su género predilecto, a él le
          debe su indudable popularidad como escritor.

          Características de su obra
            Encarna el espíritu criollo y tradicional de nuestra literatura del siglo XIX.
            En su forma espontánea y un poco tosca busca “el sabor local”.
            Su humor es festivo, regocijado y nacionalista.
            Espíritu amable y de simpatía dominante en su crítica a las costumbres.
            Sobresale por sus comedias.
            Los temas típicos de sus comedias son el amor (enredos sentimentales) y la política (ambiciones y pretensiones
            por el poder de militares, funcionarios y burgueses).

          Ña Catita (1845)
          Fue la comedia más popular de Segura. Su personaje femenino es el arquetipo de la mujer chismosa y embustera
          cuyo oficio es obtener beneficios con el amor ajeno, y que recuerda a La Celestina, de la obra atribuida a Fernando
          de Rojas. La obra está dividida en cuatro actos y escrita en verso (mayormente en versos octosílabos).


                                                        Ña Catita
          La  trama  de  la  historia  se  desenvuelve  en  medio  de  las  pretensiones  de  don  Alejo  por  la  joven  Juliana,  quien  en
          realidad está enamorada de Manuel.
          La  madre,  doña  Rufina,  mal  aconsejada  por  la  intrigante  y  chismosa  Ña  Catita,  acepta  el  cortejo  amoroso  del
          petulante don Alejo.
          Mercedes, la empleada de la casa, es la única que comprende a la joven y que le sirve de paño de lágrimas.
          Por otro lado, los múltiples enredos y chismes de Ña Catita han creado un clima tenso y hostil entre los padres de
          Juliana, Jesús y doña Rufina.
          Don Alejo deslumbra a doña Rufina con sus hipócritas palabras y exagerados gestos.
          La señora cree que casando a su hija con don Alejo, podrá asegurar el futuro de la muchacha. Ña Catita sirve de
          alcahueta al vanidoso galán, adulando y engriendo a doña Rufina, con lo que se gana su aprecio y confianza.
          Manuel, el joven enamorado de Juliana, al ver la oposición de la madre, decide irse lejos con ella. Contando con la
          ayuda de la criada Mercedes se preparan para la fuga, pero son descubiertos por la indiscreta Ña Catita, quien
          avisa a la madre, doña Rufina.
          Aparece don Jesús, quien se sorprende de la actitud del joven y se enfurece contra él, a quien consideraba un buen
          muchacho, casi como a un hijo.
          Luego, llega a la casa don Juan, un viejo amigo de don Jesús, quien reconoce a don Alejo y lo desenmascara frente a
          toda la familia, diciendo que era un hombre casado y que no era más que un impostor que se hacía pasar por gran
          señor, enamorando así a indefensas jovencitas. Don Alejo y Ña Catita son arrojados de la casa.
          Doña Rufina, arrepentida y avergonzada pide perdón a su hija por tratar de obligarla a casarse con quien no amaba,
          y se reconcilia con su esposo.
          Es así que Juliana se libera de un inconveniente matrimonio, y puede finalmente ser feliz junto al joven que ama.


          Felipe Pardo y Aliaga
          Nació en Lima en 1806. Su padre era oídor de la Audiencia de Lima y su madre, hija
          de los marqueses de Fuente Hermosa. Cuando se produce la Independencia, el oidor
          viaja  a  España,  donde  Pardo  se  educa  en  la  escuela  de  San  Mateo,  el  Centro  de
          Formación Neoclásica de aquella época; su educación se perfecciona en la Academia
          del  Mirto.  Tras  estos  estudios,  en  1827,  regresa  al  Perú  e  inicia  una  intensa
          actividad periodística a través de la columna teatral del Mercurio peruano.
          En 1829 estrena su primera obra teatral Frutos de la Educación. También inicia su
          vida política afiliándose al Partido Conservador.
          La formación afrancesada y neoclásica de Pardo y Aliaga se realizó bajo el despótico
          reinado  de  Fernando  VII,  por  eso  era  natural  que  un  joven  que  llegara  al  Perú
          trasplantado de otro medio cultural se sorprendiera al ver realidades tan distintas,
          como el criollismo, la democracia y el desorden que caracterizaban al país en ese
          tiempo,  y  que  rechazara  las  costumbres  y  las  instituciones  de  la  república  en
          formación.
            Compendio                                                                                       -89-
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