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Historia Universal 3° Secundaria
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SEMANA
1. Participación latinoamericana en la Segunda Guerra Mundial
Cuando EE. UU. ingresó a la guerra, en 1941, Cuba también se
sumó a los Aliados y fue su proveedor de azúcar durante la guerra.
Las tropas estadounidenses utilizaron la base de Guantánamo, en
Cuba, como plataforma de operaciones para proteger los navíos
aliados en el Caribe. Venezuela, importante proveedor de petróleo,
también rompió relaciones con los países del Eje, en 1941. En
1942, submarinos alemanes hundieron dos tanqueros venezolanos,
por lo cual Venezuela empezó a participar más activamente,
permitiendo a EE. UU. el uso de bases militares venezolanas y
suministrándole combustible. En 1942, Alemania atacó dos barcos
petroleros mexicanos y los afectados se sumaron a los Aliados:
participaron en los combates que libraba EE. UU. contra Japón, en
el Pacífico. Quince mil soldados mexicanos participaron en la
Segunda Guerra Mundial, y en 1943 México aceptó que EE. UU.
enliste en su ejército a los mexicanos allí residentes. Brasil entró a
la guerra en 1942 y envió 25 000 soldados a Italia, fue el único país
latinoamericano que mandó tropas a territorio europeo. Colombia se
unió en 1943, y entre 1944 y 1945 se adhirieron Perú, Ecuador,
Uruguay, Paraguay y Argentina. En 1945, Chile le declaró la guerra
a Japón. Al final de la guerra, los submarinos alemanes que estaban
cerca de América del Sur recibieron la orden de rendirse en puertos
aliados. Así fue como el submarino alemán U-530 se rindió en la
base militar de Mar del Plata, en Argentina.
2. Guerra submarina
En el Caribe Alemania organizó la llamada Operación Neuland,
mediante la cual envió submarinos a las aguas del Caribe, en
Latinoamérica, para atacar a barcos mercantes y refinerías que
suministraban petróleo y otras materias primas indispensables para
los Aliados.
3. Guerra en medio de la guerra
El 5 de julio de 1941 estalla la guerra peruano-ecuatoriana como consecuencia de un largo periodo de
desacuerdos sobre límites fronterizos. Los países americanos unieron esfuerzos para aplacarla lo más
pronto posible, y el 31 de julio se terminó con la firma del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de
Janeiro.
4. Latinoamérica y EE. UU.
Ya desde fines de la Primera Guerra Mundial, EE. UU. con su política capitalista buscó influir en América
Latina: la consideraba como un mercado para sus productos y como un proveedor de materias primas
para su desarrollo industrial. Esta tendencia se intensificó luego de la Segunda Guerra Mundial, a partir
de la cual esta influencia se volvería casi despótica. A partir de los años 30 arrancó el crecimiento
industrial de América Latina, pero al llegar la década de los 50 todavía no se había solucionado los
grandes problemas de pobreza, marginalidad y analfabetismo, por lo que poco a poco la izquierda
latinoamericana ganaría fuerza al proponer una solución alternativa al capitalismo y su dependencia de
EE.UU.
5. Líderes y revoluciones
Entre 1926 y 1933, el líder revolucionario Augusto Sandino libró una guerra antiimperialista contra las
tropas interventoras de EE. UU. en Nicaragua. El sandinismo promovía la integración regional
latinoamericana y estaba influenciado por ideas del socialismo, del bolcheviquismo, la identidad cultural
latinoamericana y la oposición al intervencionismo estadounidense.
En 1946 comienza el peronismo en Argentina, con la subida al poder del coronel Juan Domingo Perón.
Al inicio, la economía del país era próspera, pues abastecía a los mercados europeos.
Se empezaba a preparar el terreno para la Revolución Cubana de 1959.
6. Nuevas potencias y organismos internacionales
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el presidente Roosevelt encabezó los esfuerzos para fundar una
nueva institución que garantizara la paz mundial: la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Era
importante que participara también la otra potencia, la URSS, pues esta se negaba a continuar en la
Sociedad de Naciones.
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